La Comisión de Desembalses de 2017 impuso una restricción del 10% de los usos del agua a toda la comunidad de regantes de La Mancha Oriental, un 20% para aquellos que cuentan con sustitución de bombeos, ante la grave sequía que la provincia de Albacete viene arrastrando desde el año 2015. Una restricciones que, de momento, no se levantarán a pesar de que la situación ha mejorado con las lluvias de este invierno. «Tenemos que ser conservadores, porque una situación de tres años de sequía no la supera un único periodo de lluvias». Así lo avanzó ayer a este diario el presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (Jcrmo), Herminio Molina, al término de la 50 asamblea ordinaria de esta entidad, donde además de las cuentas de 2017 y el presupuesto de 2018, se analizó la situación actual del colectivo.De momento y aunque las reservas del pantano de Alarcón están mejorando, alcanzando ya los 355 hectómetros cúbicos, la situación sigue en «prealerta».