Alfredo Martínez y Antonio Baeza, representantes de la Coordinadora Ecologista de los Espacios Protegidos de Almansa, comparecieron ayer ante los medios de comunicación para asegurar que «una clara negligencia de los técnicos al declarar extinguido el incendio del pasado día 8 de septiembre -que afectó a poco más de 2.000 metros cuadrados de monte-, ha sido la causa que cinco días después se declarara un gran incendio que, a falta de las medidas oficiales, ha afectado a casi 300 hectáreas y en el que perdió la vida, por accidente, un piloto de helicóptero cuando regresaba a su base», señaló Martínez.  

Martínez, fue muy crítico con la actitud de «falta de transparencia» de la administración a la hora de dar cuenta pública de los informes sobre las causas de anteriores incendios ocurridos en el término almanseño, y citó como ejemplo el ocurrido en el año 2.000 que afectó a más de un millar de hectáreas de sierra y monte.

«El incendio en Almansa del día 13  ha sido consecuencia  de una clara negligencia», señaló. Para Martínez, la «administración debe de dar cuentas y asumir la responsabilidad del porqué, un incendio, el del día 8, sin estar extinguido, se da por apagado. Además de que no fue perimetrado adecuadamente  con una anchura mínima de dos a tres metros, tampoco  no se le hizo el seguimiento adecuado», aseguró.

«dar la cara». Los ecologistas exigen a la Junta que «dé la cara» y explique por qué «las brigadas locales no estuvieron a la altura que requería la situación tras el pequeño incendio ocurrido el día ocho de septiembre, causa evidente, al reavivarse, del gran incendio del día 13», manifestaron.

Alfredo Martínez, denunció ayer que «prueba evidente de la negligencia de los técnicos de la extinción, es que el incendio que se cobró la vida de un trabajador, comenzó, no el  lugar que se dijo del barranco la Mosca, sino en el barranco de Carboneras, lugar situado en el mismo espacio físico en el que se dio por extinguido el fuego que tuvo lugar el día  ocho», y que de manera incomprensible los técnicos dieron por extinguido cuando en realidad quedaron zonas con fuego bajo tierra», señaló.

Martínez y Baeza, descartaron ayer cualquier tipo de «oportunismo e «instrumentalización» de una desgracia. «Denunciamos hoy, ante la opinión pública, un hecho gravísimo en el que no se pueden dejar de depurar las responsabilidades a que haya lugar», dijeron.

Criticaron también, la falta de cobertura telefónica en la zona, y el uso de distintas frecuencias por  los equipos de extinción.