Un cocinero pagará 4.000 euros de sanción por acosar a una compañera

MARCELO ORTEGA
-

La sentencia que le considera culpable de abusos sexuales también le obliga a indemnizar con otros 2.000 euros a la denunciante, que compartió trabajo con él durante seis meses

Edificio principal de los juzgados y sede del Tribunal de Justicia. - Foto: rubén serrallé

De confirmarse la sentencia publicada por el Juzgado Penal 2 de Albacete serán casi 6.000 euros el dinero que tendrá que desembolsar un albaceteño a quien se considera responsable de un delito continuado de abusos sexuales, y que habría cometido entre los meses de septiembre de 2009 y marzo de 2010 cuando estaba empleado como cocinero en un restaurante de la ciudad.

La mujer que lo denunció era una compañera de trabajo. La sentencia dice que resulta probado que en esos seis meses en los que la mujer trabajó como ayudante de cocina, el condenado, de 61 años de edad, la acosó sexualmente a diario. En concreto, el fallo judicial relata que cuando la mujer comenzó a trabajar en la cocina «el acusado le propuso abiertamente mantener relaciones sexuales, negándose la misma y dejándole claro que no le interesaba ese tipo de relación».

Pese a ello, según la sentencia, el procesado aprovechaba «los momentos en que ambos se encontraban solos», y entonces «abrazaba e intentaba besar» a la denunciante. La sentencia añade que cuando ésta iba al almacén del restaurante o a la cámara frigorífica «la seguía y la abrazaba por detrás y la manoseaba pese a que ella intentaba que la soltara, preguntándole el color de las bragas que llevaba». Estos «incidentes» se producían «cinco o seis veces al día», según los hechos demostrados tras el proceso, y al final la mujer «decidió comentarlo con sus jefes e interponer la correspondiente denuncia». Durante el juicio, el acusado negó los hechos, diciendo que no existió tal acoso sexual, sino que ambos «se llevaban muy bien, que él preparaba el café para los dos todas las mañanas, que ella lo invitaba a ir a su casa, que se han dado abrazos en los cumpleaños, y que como la cocina es de pequeñas dimensiones era normal que se rozaran al pasar o que tuvieran que apartarse colocando el cuerpo de la otra persona». También aludía a que la denuncia pudiera tener relación con una venganza de la trabajadora, porque había deficiencias en su trabajo.

MÁS INFORMACIÓN EN EDICIÓN IMPRESA.