El presidente en Albacete de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores  (Asaja), José Pérez Cuenca; el secretario provincial de CCOO,  Francisco de La Rosa, y el de UGT,  Javier González, firmaron ayer el convenio del campo, el segundo más importante de la provincia de Albacete, puesto que afecta a casi 8.000 trabajadores, la mayoría de ellos fijos.

La firma tuvo lugar en la sede de Asaja en Albacete y, aunque el acto formal llega en casi en tiempo de descuento, esto es, a días de que la vendimia se generalice en toda la provincia, todo sucedió en un ambiente tranquilo, relajado y exento de las controversias y tensiones que hubo otros años en torno a este convenio, el más veterano de cuantos se negocian en la provincia. Y eso, subrayaron los firmantes, que la rúbrica final llega tras dos años de negociaciones, aunque de eso nadie decía tener la culpa.

«Hemos tardado dos años en negociar este convenio porque los dos últimos años, especialmente el 2014, han sido muy malos para la agricultura de la provincia de Albacete», explicaba el máximo responsable de Comisiones Obreras en la provincia, quien explicaba las claves del acuerdo.

En primer lugar, explicó De La Rosa, se mantiene todo el articulado, en todo lo correspondiente a los derechos laborales ya consolidados; en segundo, para el 2014, que ya se ha pasado, la subida salarial que se pacta es cero; para el 2015, del 0,75% y, para el 2016, el uno por ciento.

«La situación del campo en Albacete no es mala, es pésima», describía ayer José Pérez Cuenca, «pero los trabajadores no tiene la culpa de la sequía, de los pedriscos, del desplome de los precios de los mercados y del incremento de los costes de producción».

Por esta causa, y por la trascendencia que tiene el sector agrario  para la economía provincia, «porque muchos otros sectores dependen de que mantengamos el nuestro», Asaja optó, en representación de los 5.000 empresarios del sector en Albacete, por dar un «voto de confianza» a la recuperación de la economía albacetense.

Por su parte, Javier González dijo que la firma de este convenio ya debería tener, a su juicio, una repercusión directa, «porque este gesto de responsabilidad debería marcarle la pauta a los demás convenios que se negocian en esta provincia» ya que, recordó, la recuperación no empezará a tener cimientos sólidos hasta que el consumo interno no despegue «y eso, en buena medida, depende de consolidar el poder adquisitivo de los trabajadores».