Una fuerte granizada dañó y atrapó en la A-31 a más de 60 vehículos

E.F.
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Coches, furgonetas y hasta camiones tuvieron que esperar durante horas a que las grúas los retirasen del tramo comprendido entre las localidades de Bonete y el Villar de Chinchilla

Una espectacular tormenta de lluvia y granizo dañó más de 60 vehículos que circulaban ayer por la A-31 en el tramo entre Villar de Chinchilla y Bonete, en dirección Albacete. La mayor parte de estos vehículos quedaron, además, inmovilizados y tuvieron que ser retirados por grúas.

La tormenta, según los testimonios de los afectados, comenzó pasadas las 16,30 horas. Al principio fue de agua pero, en poco más de un cuarto de hora, empezaron a caer bolas de hielo del tamaño de pelotas de golf, que reventaron parabrisas, abollaron chapas y llegaron, en algunos casos, a arrancar de cuajo elementos exteriores de los coches como espejos retrovisores o embellecedores.

«Pasamos mucho miedo, tanto que mi hijo y yo nos refugiamos con nuestro perro en el asiento trasero de nuestro coche, pensamos que el techo iba a ceder de un momento a otro», explicaban ayer  a La Tribuna de Albacete Rocío de Ossorio y su hijo Luis, a quienes sorprendió la granizada mientras venían de Caudete.

Al lugar de los hechos, se desplazaron efectivos de la Policía Local de Chinchilla y de la Guardia Civil. Se encontraron una larga hilera de coches, camionetas y camiones don daños, personas en estado de nervios, algunas de ellas llorando pero, por fortuna, al cierre de esta edición no había noticias de daños personales.

Lo que sí hubo, y mucho, fueron daños materiales, según explicaba la responsable del único taller existente en Bonete y que ayer no daba abasto, al igual que los de otras localidades limítrofes.

«Desde las cinco de la tarde, esto ha sido un caos -explicaba- hemos atendido ya más de 15 coches, y tenemos cinco más en espera desde poco después de la tormenta; lo que no sabemos es cuándo podremos atenderles, porque Tráfico nos obliga a retirar los casos que juzga más urgentes, así que tenemos a clientes a la espera en la autovía desde que dejó de caer piedra».