La presidenta de Castilla- La Mancha, María Dolores Cospedal, rechazó ayer el llamado «déficit a la carta» para las comunidades autónomas, y garantizó que el Gobierno que preside Mariano Rajoy no ayudará a la Generalitat de Cataluña perjudicando a otras comunidades. En una entrevista a 13TV, Cospedal matizó que el déficit a la carta supone que «cada comunidad autónoma pueda hacer lo que quiera», mientras que el Gobierno quiere «mirar las circunstancias» concretas de cada comunidad, y no sólo de Cataluña, para alcanzar el objetivo de déficit.

En concreto, recordó que Castilla-La Mancha tuvo que recortar su déficit 6,2 puntos en el 2012: «Por lo tanto, no puede ser tratada igual que otras comunidades que estaban prácticamente cumpliendo con el objetivo de déficit o estaban por debajo del mismo o a las que les ha costado menos realizar los ajustes. Y tampoco nos pueden tratar igual que a las comunidades que no han hecho los esfuerzos que hemos hecho nosotros».

La polémica se ha suscitado después de que el propio ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, admitiera hace unos días que se está negociando la posibilidad de que el déficit se reparta de forma diferenciada y que fijará el 2% el déficit público para el 2013 como tope para Cataluña, aunque el Gobierno haya establecido el 1,2% como objetivo global para las comunidades.

Ante la oleada de reacciones que han provocado estas declaraciones, Cospedal negó que el Gobierno haya iniciado una negociación con Cataluña para que pueda gastar más que el resto de las regiones, y aseguró que el Ministerio de está hablando con todos los gobiernos autónomos porque todas deben cumplir con su objetivo de déficit «más tarde o más temprano».

«Como presidenta de Castilla- La Mancha no entendería, ni admitiría, que comunidades autónomas que no están haciendo el esfuerzo que estamos haciendo otras para ahorrar y para ajustar los gastos, luego no tengan que pasar por el mismo filtro que hemos pasado todas», afirmó.

Ayer, en la rueda de prensa del Comité Ejecutivo del PP, Cospedal quiso dejar muy claro que no tiene la menor duda de que el Gobierno no hará el reparto beneficiando a Cataluña y perjudicando a otras regiones. «Lo que no va a hacer es ayudar a los ciudadanos de una comunidad  para  perjudicar a los de otra», afirmó, para añadir finalmente: «No sólo porque el resto de ciudadanos o sus representantes no lo entenderían, sino porque el Gobierno no lo va a  hacer».