El Ministerio del Interior trabaja para que la Dirección General de Tráfico (DGT) se ponga al día en el uso de herramientas con las que vigilar y controlar todo lo que ocurre en las carreteras bajo su competencia. Es el objetivo de la anunciada renovación del contrato para la gestión del centro de control de tráfico de Levante y el subcentro ubicado en el parque empresarial de Campollano, un contrato que sigue en fase de licitación, con un coste estimado de 8,1 millones de euros, según figura en la documentación publicada. El contrato se lanza por un año (el coste medio estimado es de más de 22.000 euros al día), y sin que se contemplen prórrogas de ningún tipo. El pliego de condiciones que rige los servicios a prestar por el contratista dice que entre las encomiendas de la nueva adjudicación está «la actualización de equipos obsoletos» y el mantenimiento de todos los elementos que sirven para regular y controlar la circulación.