Sigue habiendo mucho antiamericanismoen la vieja Europa

Israel García Juez
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La Cámara de Comercio de Estados Unidos en España explica el Tratado de Libre Comercio que no acaba de firmarse aunque Barack Obama lo apoya

El presidente Obama pasará a la Historia, además de por ser el primer mandatario americano de color negro, porque ha realizado muchas promesas que después no ha podido llevar a cabo. Bien es cierto que ayudado por la aplastante mayoría republicana en el Congreso. Les cuento esto porque el Tratado de Libre Comercio con EEUU (TTIP) depende, para ser aprobado, de la firma de Don Barack Hussein pues de no hacerlo es probable que tanto los siguientes demócratas, como si ganan los republicanos, es muy improbable que acaben de rematar este asunto. 
Dicho tratado beneficiará sobre todo a las pymes, pues son las que más dificultades tienen para competir en USA, mejorará los salarios (España los tiene bajos con respecto a Europa y muy bajos con respecto a América), incrementará las exportaciones, por tanto,  el empleo de calidad y nuestro país será más rico. No son invenciones mías, está tasado. De firmarse este acuerdo, dice el secretario de Comercio,  Jaime García-Legaz, que Barack lo hará antes de irse de la Casa Blanca, se crearán 330.000 empleos en nuestro país en los próximos cinco  años; en el mismo período se ingresarán 37.000 millones de euros adicionales por el comercio creado y se incrementarán un 30% las exportaciones con los Estados Unidos. 
El propio José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, que para no meterse en más berenjenales últimamente todo lo que dice lo lleva escrito en un discurso, afirmó con su delicioso acento catalán, «es buena cosa esto del TTIP». 
Carmelo Encinas moderaba el debate. Presentado como experto en comercio internacional, el astuto y veterano periodista aconsejó al personal a que hable con pasión. Que es algo que él, que también es coach, les recomienda a sus patrocinados. Alguno nuevo le pudo salir en la sala. Como siempre,  al acabar, mozas de buen ver se le acercaron,  pues sus ojitos claros son muy apreciados entre el público femenino. Carmelo recordó los argumentos de los que están en contra de este acuerdo; es la pesadilla de la democracia, se ha llevado a cabo con total secretismo. 
Jaime García-Legaz, que será recordado por su amistad con el pequeño Nicolás a pesar de lo mucho que ha hecho por el comercio de nuestra querida España, dijo que se ha publicitado desde el primer momento todo lo relativo a este tratado y que no hay nada más democrático que la gente esté bien, gane dinero y tenga un buen empleo. 
José Manuel González- Páramo, consejero ejecutivo del BBVA,  y ejemplo vivo de que puede haber españoles en lo más alto del BCE, dijo que en el ADN de Europa está el comercio y a través del mismo llega gran parte de la innovación. Además, se dijo en la mesa que ya que nos tenemos que aliar con alguien quién mejor que los americanos que son muy parecidos a nosotros los europeos. De no hacerlo, los rusos podrían apretar más, ahora que se vuelven a sentir expansionistas, o el Reino Unido tendría el enésimo motivo para pirarse de la UE. 
 
HUMOR EXÓTICO. Ya saben mis lectores habituales que soy muy fan de José Luis Feito. Presidente del IEE, vicepresidente de la CEOE, posee un humor exótico y un conocimiento de la economía de hondo calado. José Luis, al que tantas cosas le separan del presidente de la patronal, afirmó que esto es bueno porque España debe reducir ya su alto endeudamiento y porque nuestro país es muy competitivo en sectores especialmente beneficiados por este acuerdo, como son la agroalimentaria o el textil. Pero también las series de ficción o los videojuegos, asuntos estos que nunca escucharán en la Gala de los Goya.  
En muchas intervenciones, creo que fue el propio Jaime Malet, presidente de la AmchamSpain el que lo dijo que «se percibe que sigue habiendo mucho antiamericanismo en Europa, sobre todo, por parte de la izquierda y la derecha extrema, pero con poca justificación basada en los datos». 
Un posterior acto en Zarzuela de alguno de los asistentes hizo que el personal no se enrollara demasiado. Soy monárquico también por cosas como esta. 
Entre el público pude ver a Rafael González, presidente y CEO de Flex, que cuando duerme en sus colchones está mucho más despierto que gran parte de los políticos que tenemos en la actualidad o Gonzalo Ulloa, presidente del bufete Gómez-Acebo & Pombo.