Su relación con la música no conoce límites temporales. Junto a su guitarra casi se olvida del mundo, rejuvenece, da rienda suelta a su imaginación. Se pelea con los pentagramas y trabaja de manera infatigable. Compuso el himno del Albacete Balompié. Es, naturalmente, Casimiro Ortega Carrascosa (Albacete, 24 de enero de 1950). Nació en la calle Tinte, donde transcurrió gran parte de su infancia familiar y escolar. No recuerda su primer colegio, «aunque estaba por el Puente de Madera, luego continuó sus estudios en Santiago Apóstol y, ahora sí, ofrece de carrerilla el nombre de sus maestros y algunos compañeros, «como don Antonio Arcos, don Florencio y el señor Castillo, profesor de Educación Física. Entre mis compañeros recuerdo a Cándido Polo, Laureano Gallego, Colmenero».
Un hecho será decisivo en su vida musical: el ingreso en la Universidad Laboral de Tarragona cuando apenas tenía catorce años. «Creamos un grupo musical, ‘Los Nuevos’ compuesto por Jesús Reinoso de Lérida, Pedro Bonal, barcelonés, el guipuzcoano, Rafael Biz y yo. Comenzamos a tocar canciones de los Beatles, los Brincos. Se nos daba bien y pronto nos dimos a conocer, pues nos cogió un representante de Tarragona llevándonos por distintos pueblos. Lo hicimos ganando incluso 500 pesetas cada uno», recuerda Casimiro Ortega.

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