a. díaz / albacete
EA! Teatro, antiguos cines Candilejas de Albacete, acoge dos funciones de la obra Bécquer en Wyoming, hoy a partir de las 21 horas y mañana domingo, a las 19 horas. La producción, una idea de Frutos Soriano, la dirige Engracia Cruz, que comentó a La Tribuna de Albacete distintos aspectos de esta pieza en la que se unen poesía y teatro.
De entrada ya extraña bastante el título.
Bastante. Es una obra del escritor albacetense Frutos Soriano, experto en Gustavo Aldolfo Bécquer, y la situación la verdad es bastante rara porque lo lleva al Oeste americano y a partir de ahí, imagínate las cosas que pueden pasar a este poeta.
¿Cuántos actores intervienen en la obra?
Son cuatro actores y la dirección era un poco complicada, no por su trabajo, sino porque ésta no es una obra habitual de lo que ahora mismo estamos viendo con situaciones así de entrada, muy fáciles. Bécquer en Wyoming es realmente un sueño en el que puede pasar cualquier cosa, porque hay tiros y, una persona puede morir varias veces o bien nace. Esto parte precisamente de un sueño que tuvo el hijo de Frutos Soriano, Ezequiel, que también actúa en la obra.
¿Un trabajo planteado a partir de este sueño?
Sí, Frutos Soriano planteó esta situación rara, con la idea de ese sueño de su hijo en el que coloca a Bécquer, José Zafrilla en la obra, en una situación que no para nada habitual y donde pasan muchas cosas. Estamos ante un texto muy atractivo pero teníamos que ver por dónde podía cogerse para desarrollarlo teatralmente, porque te podías equivocar. Al final nos parece que ha resultado bien porque hay poesía, teatro y es muy interesante.
¿Con música compuesta expresamente para la obra?
En este sentido tuvimos la suerte que nos la compuso un cantautor catalán Iván Durvan, que estuvo por aquí, por Albacete, en la sala EA! Teatro ofreciendo un concierto y como le gustó el proyecto puso la música, que tiene que ver con el Oeste, así que nos parece un proyecto redondo, muy creativo y de equipo.
Teatro y poesía.
Es prosa, una obra donde pasan muchas cosas porque trabajamos con un personaje como Gustavo Adolfo Bécquer, por lo que incluimos citas a alguno de sus poemas, incluso de Ezequiel Soriano también hay poemas, un chico con 18 años, que lleva un camino muy bueno como poeta, pero es una obra de teatro, no un recital poético.
¿Funciona bien la obra?
La estrenamos en Feria, sólo con un pase y la gente salió muy contenta. Como decíamos, a lo mejor no estamos hablando de una obra muy habitual, pero sorprende, porque hay comicidad y poesía, una combinación que funciona muy bien de cara al espectador, porque se sorprende con esta visión, con el sueño.
¿Mucho humor?
También hay pinceladas, con momentos muy divertidos. Esto no es una tragedia, es una obra con mucha comedia, si lo quieres ver así; también con momentos dramáticos, pero el tono es cómico. Hablamos de Gustavo Adolfo Bécquer y la gente no sabe lo que va a ver, pero fíjate, la primera imagen es un salón del Oeste, y a partir de esto surgen muchas situaciones que, como mínimo van a sorprender al público. Frutos Soriano, como decía es un estudioso de Bécquer y no se fija en el mito de ese autor romántico, porque era bastante más vividor, y aquí se habla de esa otra faceta, alejada de la habitual que conoce la gente, de la que nos vendieron en colegios e institutos.