Cecilio González: «Champinter se queda, no se irá a causa del agua»

E.F.
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El alcalde dice que la Junta y la CHJ quieren desbloquear la concesión de la cooperativa

El alcalde de Villamalea, Cecilio González, confirmó ayer a La Tribuna de Albacete que el problema  de la concesión de aguas a Champinter «está desbloqueado» y que la intención de las administraciones implicadas, Junta y Confederación del Júcar, es tenerlo resuelto en el plazo de un mes.

Recordar que, el pasado mes de abril, el gerente de Champinter, Abdón Catalán, afirmaba desde las páginas de La Tribuna que la cooperativa, la mayor de España en el sector de setas y hongos comestibles, estudiaba el traslado de sus instalaciones si no se le permitía ampliar su concesión de aguas para mantener su actual nivel de producción.

Catalán explicaba que  la Confederación del Júcar y la Junta, entonces gobernada por el PP, le planteaban dos soluciones distintas a un mismo problema y que, entre unos y otros, pasaba el tiempo y la cooperativa se arriesgaba a una sanción de 90.000 euros.

De esta situación, pendían 2.000 puestos de trabajo en Villamalea y en toda La Manchuela, por lo que desde el primer momento el Ayuntamiento ha estado «muy pendiente» de la resolución del asunto «y aunque aún queda un poco para llegar a la solución definitiva, puedo afirmar que Champinter se queda, no se irá a causa del agua».

La clave, resaltó, fue el cambio en el Gobierno regional, cuyo titular de Agricultura, Francisco Martínez, visitó Villamalea poco tiempo después de su nombramiento «y se entrevistó con responsables de Champinter para desbloquear esta situación con la Confederación del Júcar, que también está muy receptiva a una solución».

Recordar que la solución que planteaba la CHJ era aprovechar una concesión de agua que se le dio a la provincia de Cuenca, de unos 25 hectómetros cúbicos, y que no plantearía problemas, ya que Champinter está implantada desde hace años en las localidades conquenses como Ledaña, Villalpardo o Iniesta.

Por contra, la anterior Administración regional planteaba tomar el agua desde un punto a siete kilómetros de las instalaciones y a través de varias fincas, lo que Champinter consideró inviable.