Uno de los jóvenes nadadores del Club Natación Albacete que ha sido protagonista de buenos resultados en los últimos años es Pablo López Serrano (Albacete, 14-12-1997), que en 2014 logró una meritoria medalla de bronce en el Campeonato de España Júnior. Ahora será reconocido en la Gala del Deporte que se celebra el próximo lunes, dentro de los premios que otorga la Diputación en el deporte escolar.

¿Qué supone para usted este reconocimiento?

Yo estoy muy orgulloso. Está bien que se reconozcan también otras disciplinas que no sean tan llamativas como el fútbol. La natación también existe y en Albacete hay muy buen nivel. En la región somos una potencia y a nivel nacional tenemos gente en el club que ha estado con la selección española. Y todo ello con los pocos recursos que tenemos, porque en Castilla-La Mancha no hay ninguna piscina cubierta de 50 metros, mientras en Cataluña das dos patadas y encuentras cuatro. Son dificultades que tenemos y por ello está muy bien que te valoren.

¿Cuando empieza a nadar?

 El agua me gusta desde siempre. Tenemos piscina en casa y mis padres, con la cosa de que no le pase nada al chiquillo me apuntaron con tres años a hacer los cursillos del IMD. Aprendía a nadar y me gustó. Cuando tenía unos ocho años me metí en el Club Natación Albacete, sobre todo a raíz de ver los Juegos Olímpicos de Pekín, con Michael Phelps. Al poco de empezar a entrenar empecé a competir y aquí seguimos.

¿Cuando empezó pensaba que podía conseguir medallas?

Yo creo que no lo pensaba. Tampoco destacaba. La progresión empezó cuando empecé con Alejandro López como entrenador, en categoría infantil. Pasé de luchar por una medalla regional y empezar a participar en campeonatos de España y a meterme en finales.

No debe ser fácil llegar a un Campeonato de España y tener que competir con gente como los madrileños o catalanes, con muchos más medios.

Aquí la piscina más grande es la de Talavera de la Reina, que es una buena piscina, pero cuando llegas a la Bernat Picornell, que es donde se disputaron los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y donde gané la medalla, pues te sientes enano. Estás calentando y al lado tienes a Mireia Belmonte. Otro día estaba calentando junto a Juanmi Rando, el mejor espaldista que hay en España, contra el que me tenía que enfrentar.

¿Cómo se lleva lo de entrenar en una piscina corta y competir en una larga?

Cuando lo digo por ahí no se lo creen. Es increíble que en toda la comunidad haya una piscina cubierta de 50 metros. Me gusta nadar en las piscinas olímpicas y no se me hace larga, pero es evidente que es un handicap tener que entrenar todo el año en corta.

¿Cómo se descubre cuál es el estilo en el que se puede ofrecer un mayor rendimiento?

En los entrenamientos. Uno empieza siempre con el crol, que al ser el más rápido es con el que consigues la base aeróbica y con el que puedes hacer en los entrenamientos la mayor cantidad de metros. Se trabajan todos los estilos, pero siempre se hace evidente el salto de calidad entre uno y otro en los tiempos y entonces empiezas a definir el estilo y las pruebas donde puedes ofrecer el mayor rendimiento.

Con 17 años el momento es complicado, porque quizás para seguir progresando haya que salir fuera de Albacete.

Lo de salir fuera no me da miedo, pero no es algo que busque. Mi grupo de entrenamiento es muy bueno y el cuerpo técnico también. Hay veces que te planteas el salto de calidad que puede suponer irte a otro club, pero no sé si estoy preparado para ello.

Tu hermano Alberto, judoka, ya se llevó este galardón. ¿Qué influencia ha tenido?

Tu hermano mayor es tu referente en todo. Hemos ido al mismo colegio e incluso yo también empecé en el judo, pero al final lo dejé por la natación. Me acuerdo de ser pequeño e ir a la Gala del Deporte a ver a mi hermano recoger su premio y pensar que ojalá yo pudiera tener un día ese reconocimiento. Mi hermano me ha marcado el camino, porque se le ha dado todo bien, el deporte, los estudios. Siempre ha sido un gran apoyo, pues me llama por las noches para ver como han ido los entrenamientos, el día antes de competir es el primero que llama para dar ánimos. Siempre está ahí.

¿Es muy complicado compaginar los entrenamientos con los estudios?

Es un tema importante. Al margen de las medallas, los entrenamientos y todo eso yo tengo 17 años y voy al Instituto. En el CAR de Barcelona los nadadores tienen horarios adaptados y no les pilla la competición en época de exámenes. Yo no pude ir al Campeonato de España de Cádiz porque tenía toda la semana de exámenes y, tras hablar con el jefe de estudios y la tutora, y al estar en segundo de bachillerato no se me permitió cambiar la junta de evaluación. Esas facilidades que no tenemos son las que podrían ayudar a tener un mayor nivel deportivo.

¿Cómo fue la consecución de la medalla de bronce?

Mi entrenador Álex me dijo que tenía que prepararme bien porque podía ganar medalla. Fue una apuesta a punto total. Me dormía pensando en la prueba y me despertaba pensando en la prueba. Llegué, me clasifiqué primero para la final pero antes dijeron que había un error en la lista y aparecí segundo y eso me descolocó un poco. Luego la carrera fue muy igualada. Hay una foto a falta de 10 metros que estamos los cuatro que luchamos por las medallas emparejados. Fue meter la mano y aparecer tercero; esa que me llevé.

A todo esto no estarás en la Gala porque tienes competición.

Voy al Campeonato de España Absoluto que se celebra en Málaga, donde habrá una gran presencia de nadadores internacionales y el nivel será muy alto. Empieza el jueves y termina el lunes. Voy a participar en tres pruebas, 50, 100 y 200 espalda, y es para lo que me he estado preparando este año y por eso voy con muchas ganas. Hemos hecho un poco de puesta a punto a nivel individual, ya que a nivel colectivo de club el objetivo es la Copa de España.

¿Y de cara al futuro?

 No se que voy a hacer el año que viene. Empiezo la Universidad y todavía no se donde, ya que en Albacete no hay mucho donde elegir. Intentaré entrenar y tengo pensado no desvincularme del Club Natación Albacete.