El 10,6% de los manchegos tiene intención de abrir un negocio

S.L.H. / Toledo
-

Así lo revela un informe de la UCLM y la Fundación Horizonte XXII, que señala también que los ciudadanos perciben menos oportunidades para emprender que la media nacional

El 10,6% de los manchegos tiene intención de abrir un negocio - Foto: ISMAEL GAROZ

La Universidad de Castilla-La Mancha y la Fundación Horizonte XXII de Globalcaja, con el apoyo de la Junta, presentaron ayer el Informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor) Castilla-La Mancha 2012 en el Campus de Toledo. El proyecto GEM, explicó el director del informe, Juan José Jiménez, nació en el año 1997 para crear una red internacional de investigación en el entorno de la Creación de Empresas. En el acto estuvieron también el vicerrector de Transferencia y Relaciones con Empresas de la UCLM, Pedro Carrión; la directora general de la Fundación Horizonte XXII, Ana López Casero; y la directora general de Desarrollo de Estrategia Económica y Asuntos Europeos de la Junta, Teresa Giménez.

En el informe se proporcionan los indicadores de actividad emprendedora con carácter internacional, así como un diagnóstico general de las condiciones para emprender y otras muchas informaciones de las que dio cuenta Ángela González, profesora de la Universidad regional e integrante del equipo que ha elaborado el informe castellano-manchego. Para su elaboración, explicó, se realizaron 1.000 entrevistas a ciudadanos de la región, «algunos involucrados en la creación de su empresas y otros no», al azar. Asimismo, se preguntó a un panel de expertos que valoraron el entorno de emprendimiento existente en la comunidad autónoma.

González comenzó explicando los valores y actitudes del castellano-manchego ante el emprendimiento. El informe revela que la población percibe menos oportunidades para emprender a corto plazo que a media de la población de España (6% menos). Sin embargo, el porcentaje de emprendedores que consideran el fracaso un obstáculo para emprender es equiparable en España y en la región.

Por otro lado, la proporción de población que considera que emprender es una buena opción es mayor que la media nacional (2% más). Aunque dicha diferencia es negativa cuando se toma como referencia a los agentes involucrados en el proceso de creación, la opción de emprender es vista como una buena opción profesional en menor medida que la media nacional (4,3% por debajo).

El porcentaje de personas de Castilla-La Mancha que considera que el emprendimiento está relacionado con una mejora del status y el nivel de vida es mayor que el porcentaje medio en España (2,4% más en la comunidad autónoma).

González explicó también que el 10,6% de la población adulta tiene intención de emprender en los últimos años, 1,4% menos que la media nacional; y el índice de actividad emprendedora  es del 5,6% (0,1% menos que en España).

Otro dato que ofreció González es que el 2,2% de la población adulta ha abandonado o cerrado una actividad empresarial. La tasa real de cierres efectivos es de 1.8%, superior a la de España (-1,5%).

Por otro lado, el informe GEM revela que las principales motivaciones para el abandono del negocio son la falta de rentabilidad y la falta de financiación que genera problemas de liquidez.

Entre las motivaciones del emprendedor, destacan que el 56,7% de las iniciativas se crean para aprovechar una oportunidad mientras que el 37,4% de las empresas se crean por necesidad. El patrón motivacional de los emprendedores de la región es diferente al de España. En Castilla-La Mancha la principal motivación es aumentar los ingresos, mientras que en España es la búsqueda de independencia.

Perfil socio-económico.

González explicó que el perfil medio del emprendedor en la región tiene género masculino en mayor proporción cualquiera que sea la fase del proceso en el que se encuentra su empresa. No obstante, «estamos observando que, poco a poco, la mujer escala posiciones», añadió. La edad del emprendedor medio oscila entre los 33 y los 42 años. Es llamativo, subrayó, el hecho de que los emprendedores nacientes (aquellos que están en proceso de creación y todavía no han iniciado su actividad) son los de mayor edad -42 años-. Esto puede ser reflejo del emprendimiento realizado por personas desempleadas, como consecuencia de cierres y reestructuraciones de empresas.