La exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría se proclamó ayer ganadora de las primarias que celebró el PP para elegir a su próximo presidente nacional, al obtener 21.513 votos, lo que supondría el 37 por ciento del recuento. Pablo Casado logró el 34 por ciento, 19.967 votos, y María Dolores de Cospedal, el 26 por ciento, con unos 15.090 apoyos. 

En cuarto lugar se situó el exministro de Exteriores José Manuel García Margallo, con 680 votos, seguido por el diputado Ramón García Hernández, que consiguió 668 apoyos, y el concejal de una localidad valenciana, Elio Cabanes, con 158 sufragios. 

Entre las plazas importantes, el palentino ganó en la Comunidad de Madrid con un 54,5 por ciento de los votos, seguido de Cospedal, con un 22 por ciento, y en tercer lugar se situaría Sáenz de Santamaría, con el 19,6 por ciento. En Andalucía, la comunidad con un mayor censo y que podría haber resultado clave, se habría impuesto la exvicepresidenta, seguida de la exministra de Defensa y del exresponsable de Comunicación. Por su parte, en Castilla y León, la exvicepresidenta fue la candidata con más apoyos, con el 50 por ciento de los votos, seguida del exvicesecretario de Comunicación, con el 36,2.

Tras estos resultados, llega la hora de los compromisarios, que también fueron designados en las urnas, ya que en el congreso extraordinario de los próximos días ellos decidirán quién será el relevo de Mariano Rajoy, que se ha mantenido al margen en la primera vuelta electoral.

La exnúmero dos del Gobierno y el que muchos llamaban la tercera vía durante toda la campaña electoral medirán sus fuerzas con cierta ventaja para el palentino, ya que, teóricamente, se llevará los apoyos de los miembros de los equipos de María Dolores de Cospedal y José Manuel García-Margallo, que por activa y por pasiva no ha dejado de repetir que la vallisoletana no podía estar al frente de la formación conservadora. 

Tras conocerse los resultados, Santamaría ofreció a Casado que se sume a su candidatura y juntos presenten un proyecto común al Congreso de julio, para el que ofreció «generosidad». No obstante, Casado no recogió el guante y aseguró que quiere seguir planteando su proyecto hasta el final y que en su candidatura cabe todo el mundo, en un guiño a Dolores de Cospedal. Precisamente esta última pidió que el partido abra «un periodo de reflexión» tras la primera vuelta para la elección de su líder y aseguró que no aspira a «ninguna responsabilidad ni cargo» pero que el 26 por ciento de los apoyos que ha obtenido «no se pueden quedar fuera».

la voz de los militantes. Independientemente de lo que pase dentro de dos semanas, la de ayer fue la primera votación interna que celebra el PP en su Historia para elegir a su presidente. Hasta ahora, éste siempre había sido designado por el líder saliente.

A los ojos de los analistas y de los propios populares, el día fue un triunfo. Así lo dijo Luis de Grandes, presidente de la comisión organizadora del congreso, quien recalcó que ni este órgano ni el partido intervendrán para que los dos candidatos elegidos se integren en una única candidatura de cara a esa jornada y que serán ellos los que decidan.

En la rueda de prensa en la que hizo públicos los datos del escrutinio, De Grandes se felicitó por la campaña de los seis aspirantes y porque todos hayan estado «a la altura» del momento que vive el partido». Asimismo, destacó la ausencia de incidentes y, respecto a las informaciones sobre quejas de alguna candidatura, comentó que ninguna ha llegado a la Comisión Organizadora.

Tras esta jornada histórica para el PP, empiezan dos semanas de nueva pugna entre Sáenz de Santamaría y Casado que se cerrarán en el Congreso Extraordinario de los próximos 20 y 21 de julio que decidirá quién es el elegido para ser el relevo de Mariano Rajoy.