Mar de toreo

LETICIA ORTIZ (SPC)
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Figuras consagradas y jóvenes promesas del escalafón forman parte de una Feria de Málaga en la que destaca el 'doblete' de Enrique Ponce tras su gran triunfo del año pasado

Agosto es el mes taurino por excelencia. Curiosamente, en cifras se concentran más festejos mayores en septiembre, pero el imaginario popular ha pintado un país que en las festividades de la Asunción de la Virgen y San Roque (15 y 16 de agosto) tiene a los clarines y timbales por banda sonora,al tiempo que llena sus calles de vallas para los tradicionales encierros o espectáculos populares.

Con un calendario repleto de citas, es complicado no ya destacar, sino, simplemente, organizar una Feria de altura, pues son muchos los compromisos que deben afrontar los profesionales, que devoran kilómetros a lo largo de la piel de toro e, incluso, cruzando la frontera, pues Francia también anuncia diversos ciclos durante esas fechas. A pesar de esta dificultad, Málaga vuelve a presentar un abono de interés que desde el 12 hasta el 19 agosto quiere atraer a los aficionados hasta la capital de la Costa de Sol. Figuras emergentes y jóvenes promesas del escalafón coinciden en los carteles de un serial que apuesta, además, por la promoción y la atención al abonado y al público para seguir creciendo.

No ha sido, asimismo, un año sencillo para la gestión de La Malagueta. Simón Casas, Manuel Martínez Erice, Ramón Valencia y Antonio Matilla, quienes en la actualidad explotan cosos como los de Madrid, Sevilla, Valencia, Nimes, Mont de Marsan, Castellón, Valladolid o Alicante, entre otros, salieron de la sociedad Toros del Mediterráneo, la que llevan las riendas de la plaza sureña. Unas ausencias que podrían haber repercutido negativamente en el ciclo, teniendo en cuenta el poder que atesoran dichos empresarios, que son también apoderados de un ramillete de toreros. Sin embargo, José Luis Martín Lorca y José Carlos Escribano dieron el paso adelante para quedarse en solitario con la gestión de La Malagueta, a pesar del enorme reto que ello suponía. Profundos conocedores de la ciudad y del mundo del toro, ambos empresarios ya llevaron anteriormente el timón de la plaza en una época de grato recuerdo para la afición local que vio cómo su Feria recuperaba el prestigio perdido.