Como viene siendo habitual, y con el Teatro Sanchiz lleno hasta la bandera, el pasado fin de semana se desarrollaron las trigésimas Jornadas Taurinas organizadas por la Peña Taurina de Tarazona de la Mancha, en las que, bajo el lema ¡Que salga el toro!, se dieron cita voces autorizadas para debatir sobre la necesidad de mantener la integridad, y casta del ganado de lidia, eje fundamental para que la fiesta de los toros siga manteniendo la emoción y por ende el interés para aficionados y curiosos.
Comenzaron las jornadas el sábado por la mañana, con la inauguración de la exposición de pintura taurina del artista albacetense Juan Miguel Rodríguez Cuesta, exposición que despertó el interés de todos los asistentes durante los dos días que se mantuvo, además de exponerse una excepcional maqueta de la plaza de toros de Tarazona de la Mancha, obra del tarazonero Benito Serrano, fiel reproducción al detalle del original.
Ya por la tarde, a partir de las 20 horas, tuvo lugar la primera de las dos charlas coloquios programadas, en la que intervinieron los ganaderos Adolfo Martín, titular del hierro del mismo nombre e Íñigo Gamazo dueño de uno de los hierros más antiguos de la cabaña brava española, Raso del Portillo, el matador de toros albacetense Rubén Pinar y el periodista taurino Carlos Ilián, disculpándose el anunciado matador Emilio de Justo, al encontrarse convaleciente de una reciente intervención quirúrgica.
Comenzó presentando y dando la bienvenida el presidente de la Peña Taurina Isidoro Ruiz, para a continuación tomar la palabra el periodista y director de las jornadas Emilio Martínez, quien tras introducir el tema y a los invitados, dio paso a las intervenciones comenzando por Adolfo Martín quien afirmó que «el toro es el único que puede revitalizar esta fiesta», para añadir que es necesario que el toro tenga bravura y transmisión para mantener al público y profesionales siempre atentos. El ganadero señaló que las figuras del toreo deben estar capacitadas para matar todo tipo de toros, para finalizar parafraseando el lema de las jornadas, «que salga el toro, pero que salga para todos».
Por su parte, Íñigo Gamazo, destacó que la familia lleva a cargo de la ganadería ya 134 años, aunque actualmente son su hermano y él los titulares tras el fallecimiento de su padre hace 4 años. Gamazo hizo hincapié en la necesidad de seleccionar de forma muy exigente, teniendo en cuenta muchos matices en ella, que se están perdiendo. «No es un problema de encastes, sino de selección» precisaba.
Rubén Pinar se sorprendió y alegró de la gran acogida que tienen estas Jornadas, aprovechando para demostrar su admiración a los ganaderos presentes de los que destacó su personalidad. Habló el diestro de su toreo y su situación, de su mala suerte en Madrid la pasada temporada y de su sueño cumplido en Albacete, proclamándose triunfador de la Feria por tercer año consecutivo.
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