El pintor albacetense José Enguídanos inauguró Tiempo de aguas profundas en Die Galerie de Francfort, muestra que permanecerá en ese espacio hasta el 23 de marzo.

El artista, que se desplazó sólo hace unos días a la inauguración, mostró su satisfacción por las favorables impresiones recogidas que presagian buenos resultados para su exposición. Decía que «en Die Galerie suelo exponer cada cuatro o cinco años y esta galería es la que realmente me ha sacado de la crisis, ya que mientras  aquí la estábamos pasando, en Alemania no la había o se notaba menos, y he podido vender obra para seguir viviendo, es muy importante».

Recordó que hace unos meses, siete u ocho, también mostró su trabajo en Albacete, en el Museo Municipal y «la exposición fue muy bien, ya que también esperé suficientemente, serían siete u ocho años sin mostrar mi trabajo y la respuesta fue buena, pero sin Alemania, habría sido complicado».

Es muy importante ese trabajo que ha llevado a Die Galerie, subrayó Enguídanos, «con 48 obras, parte de exposición que hice en Albacete y otra buena parte de una serie en la que estoy trabajando y es verdad que quería ampliarla más, pero por fechas no pudo ser, casi se han solapado ambas».

Esa nueva línea, decía, elimina el personaje y «trabajo más el escenario, la imagen del paisaje o interior, prescindiendo un poco de esos personajes de forma natural, no quería sobrecargar. Al incluir personajes hay un diálogo y prefiero que ese diálogo sea más pictórico, no tan literario y al quitarlos, también desaparecen diálogos y queda la pintura desnuda. Es un cambio de rumbo y, aunque seguirá con su lenguaje, sus atmósferas, «porque últimamente veo aquí que hay pintores jóvenes que siguen ese camino y un lenguaje propio tiene  que ser muy serio, el problema es cuando se mira a los demás. Hay que estar informado pero hay información que puede dañar y me parece que hay pintores que deberían mirar más lejos de su entorno». Reconocía que a él no le molesta, «pero es perjudicial para el que lo hace, seguir la senda de otro, no una propia, y eso a la larga le perjudica».

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