Jóvenes de seis países ayudan a los escolares a aprender idiomas

MAITE MARTÍNEZ
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Unos 40 auxiliares de conversación llegados de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Austria, Alemania e Italia, enseñan su lengua nativa y cultura en centros educativos de la provincia

Samantha conversa con alumnos del colegio Doctor Fleming. - Foto: A. Pérez

Cerca de 40 auxiliares de conversación llegados de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, pero también de Austria, Alemania e Italia, asisten a los docentes de unos 50 colegios e institutos de la provincia. Esta figura ha ido en aumento al tiempo que han crecido los programas bilingües implantados en los centros y la diversidad de lenguas extranjeras que se imparten.

Con su presencia se busca despertar la curiosidad en los alumnos y motivarlos a estudiar idiomas. Este año, entre el Ministerio y la Consejería de Educación, han sufragado la estancia de 38 auxiliares en la provincia, frente a los ocho que estuvieron el curso pasado. Salvo excepciones, lo habitual es que permanezcan todo el curso, de octubre a mayo, tiempo durante el cual perciben una beca de unos 700 euros mensuales.

El colegio público Doctor Fleming es uno de los centros que ha apostado por inglés como segundo idioma; el curso pasado empezaron de modo voluntario con alumnos de infantil y primer ciclo y este año ya se han decidido a implantar un programa de desarrollo plurilingüistico que obliga a los docentes a impartir las asignaturas de plástica y ciencias naturales en inglés en primero, segundo y tercer curso. También están experimentando con la asignatura de Educación Física. La idea es ir ampliando hasta alcanzar todos los niveles educativos.

Oportunidad. Poder contar con un nativo que eche una mano en estas clases es muy importante. El año pasado estuvo con ellos Megan, una joven de Alabama que se alojó durante todo el curso en casa del director. Este año disfrutan de la presencia de Samantha Howells, una estudiante también americana, de Boston, que adora a los niños y que se esmera 12 horas a la semana en hablar con los alumnos del centro. «Nos gustaría que se quedase todo el curso, pero en enero tiene que regresar a su país para incorporarse a su trabajo como consultora de empresas», precisa el director, Antonio Ruiz.

Hasta entonces, en el Doctor Fleming cuidarán a esta joven y tratarán de aprovechar sus conocimientos al máximo. «Tener un auxiliar es muy bueno para el centro, pero los maestros debemos saber cómo utilizarla», advierte Encarni Lara, asesora lingüística del colegio, que explica que es importante preparar bien las clases, elaborar un guión de la materia que se va a impartir y un dossier del trabajo que tiene que hacer la auxiliar. «Los dos primeros días se los pasó observando, pero en seguida empezó a dirigir las asambleas con los más pequeños, les pregunta en inglés, les canta canciones y enseña juegos de su país, pero siguiendo la misma línea que tiene el maestro».

El idioma no es lo único importante, también está el intercambio cultural. «Hay muchas expresiones, frases hechas que se pueden enseñar», apunta Samantha, que participó al máximo en la celebración de Halloween. La implicación es reciproca, «pedimos padres voluntarios para que tuvieran horas de conversación con Samantha por las tardes, para que mejore su español y son muchos los que se ofrecieron», destaca Encarni, quien recalca lo integrada que esta Samantha no solo en el colegio, sino también en el barrio «por la calle no paran de saludarla». Al fin y al cabo de eso se trata, intercambiar vivencias y experiencias, incluso más allá de las aulas, implicando a las familias y a toda la comunidad educativa.