Han pasado muchos años desde que en abril de 1946 se presentaran las primeras 15 motos Vespa en el Club de Golf de Roma. Luego en los años 50 llegarían a España, y por añadidura a Albacete. Y desde entonces, durante décadas, la Vespa ha formado parte del paisaje de nuestra tierra, de nuestras carreteras, de las calles de nuestras ciudades y pueblos, y como iconos de una sociedad han perdurado durante todo este tiempo, y han quienes están empeñados en que así siga.
Es el caso que nos ocupa, el Club Vespa y Motos Clásicas de Albacete que el próximo fin de semana organizará la VI Vuelta a la provincia de Albacete en Vespa. Las cinco ediciones anteriores fueron un éxito, y ésta, si el tiempo acompaña, también.
Su presidente es Bienvenido Martínez Gómez, y ya vive junto al resto de los socios esta nueva aventura. «La asociación la creamos en el año 2007. Nos juntamos unos amigos, amantes de nuestras motos, y decidimos crear el Club de Vespa y Motos Clásicas. Así empezamos y poco a poco hemos ido aumentado el número de socios, y a estas alturas estamos en los 273 entre la capital y la provincia».
Pero a parte de la vuelta del 7 y 8 de mayo, el Club realiza más actividades, las Vespas no están paradas, ni mucho menos. «Nos juntamos todos los sábados a almorzar, acuden los que pueden y los domingos salimos de ruta, a diferentes lugares de la provincia, unas veces nos acercamos a Alcalá del Júcar, a Liétor, a Ayna, ..., cada domingo a un sitio. También depende del tiempo, si acompaña nos vamos más lejos».
Tienen como sede un pequeño local propiedad de Bienvenido que también sirve de modesto taller para hacer los arreglos oportunos a las Vespas, «los hacemos a los amigos, a los socios, porque las motos hay que cuidarlas. Merece la pena, porque es mucha la afición que hay por las Vespas».
Comenta que es «complicado mantenerlas a punto. Son motos antiguas y las piezas son escasas y a veces es difícil conseguirlas, pero necesitan un mantenimiento». Pero como señala, al final todas se arreglan, «nos hemos encontrado con alguna Vespa abandonada en unos corrales y hemos logrado ponerlas a punto».
Añade que no «es caro mantener la Vespa, una vez que está restaurada es poco el dinero que necesita, hay que tenerlas un poco de mimo. No son como las motos modernas que son más duras, hay que cuidarlas mejor».
Y para la Vuelta de la próxima semana ya lo tienen todo preparado. Saldrán desde la sede, «con dirección a Liétor, recorriendo todos los pueblos que podamos de la sierra. Serán dos días y haremos noche en Yeste. Es un viaje muy bonito que merece la pena».
A este evento sólo acuden las Vespas, el resto de las motos clásicas participan en otros actos. Y claro, no todos pueden estar, «porque por los permisos como mucho saldremos una treintena». Y no les faltará de nada, para que la aventura sea un éxito, «llevamos un coche de apoyo con remolque por una posible avería, con mecánicos, médico y en fin, no nos falta de nada». Y para mayor seguridad tanto de ellos como del resto de vehículos que pasen por las carreteras de la sierra, irán en grupos de ocho vespas para no ocupar mucho espacio.
Y cuando el 8 de mayo vuelvan a guardar su motos, las revisen y arreglen lo que se tenga que arreglar, tendrán la mente puesta en el 29 de mayo, ya que Albacete acoge el Encuentro de Vespa y Motos Clásicas, donde además de las de nuestra provincia se juntarán amantes de estas motos de Madrid, Ciudad Real, Valencia y Murcia, entre otros lugares.