Mil cuentas con la Renta

ANA MARTÍNEZ
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Los asesores prevén una buena campaña ante los errores detectados en los borradores

No hace ni un mes que la Agencia Tributaria envió la información fiscal -antiguos borradores- a los contribuyentes que la solicitaron y ya se cuentan por cientos los afectados que están acudiendo a asesores y abogados especializados en renta, a pesar de que la campaña para presentar la declaración del IRPF, respecto a citas y confirmaciones, se inicia este mismo miércoles.

No hace mucho que Gestha, el colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda, hacía públicos los 10 errores, omisiones o imprecisiones más frecuentes que contiene la información fiscal, entre ellos, las deducciones por comprarse una casa o por hipotecas antiguas, el estado civil del contribuyente, el nacimiento de hijos...

 El problema no pasaría a mayores si el contribuyente no tuviera la opción de darle al botón  de aceptar del borrador y después darse cuenta de que, al final, ha recibido menos de lo que le corresponde, porque en su información fiscal faltan datos que, a lo largo del año, han variado en su vida fiscaly  Hacienda no tiene por qué saberlo: gastos por cuotas sindicales, por alguna defensa jurídica, por padecer celiaquía y haber recibido un 33% de reconocimiento de grado de discapacidad, por estar desempleado y haber aceptado un trabajo fuera de su municipio de residencia, etc.

Debido a estos errores e imprecisiones, los expertos rentistas advierten de la importancia de acudir a los profesionales o a los servicios técnicos que presta la Agencia Tributaria para presentar una declaración acorde con los deberes tributarios y los derechos de deducción.

«El borrador siempre perjudica». Así de contundente y seguro se muestra el abogado y experto en asesoría fiscal, José Luis García García, quien explica que Hacienda no tiene por qué tener todos los datos fiscales de los contribuyentes, ya que son estos quien los tienen que comunicar, precisamente, en la declaración de la renta.

También es cierto que las novedades que se incluyen en toda reforma fiscal son desconocidas por la inmensa mayoría de los ciudadanos que tributan, un colectivo que no sabe que si se ha divorciado y paga pensión compensatoria puede deducírsela; que también hay que informar de los alquileres de viviendas o que los mayores de 75 años que no residan en geriátricos pueden obtener ventajas fiscales.

<b>Falta de información.</b> José Luis García no cree que este año la información fiscal que ha remitido la Agencia Tributaria contenga demasiados errores, sobre todo porque, aunque cueste creerlo, «es la mejor administración de todas; es un referente a nivel internacional porque trabajan muy bien y la información que tiene suele ser muy fiable».

A su juicio, el problema puede derivar de esa falta de información que la Agencia Tributaria no recibe, debido a que el contribuyente tampoco sabe muy bien los conceptos por los que debe pagar y aquellos por los que recibe una compensación o ayuda fiscal: «Todos los borradores deberían ser comprobados y corroborados por un asesor o por los técnicos de Hacienda», insiste este abogado albaceteño,  que este miércoles iniciará su propia campaña de elaboración de rentas 2015 a sus clientes, usuarios a los que «interrogamos como si fúesemos la Gestapo para sacarle toda la información posible, porque es cierto que existe un gran desconocimiento sobre las actividades que desgravan».

Y no es de extrañar: incluso los propios rentistas y expertos en fiscalidad tienen que estudiar todos los años las bonificaciones fiscales que se incluyen en la campaña del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, algunas de las cuales se hacen muy populares entre la población, mientras otras pasan muy desapercibidas.

Por eso, insiste en que no dejen la elaboración de la renta en manos de aficionados y acudan a los despachos profesionales para contrastar y estudiar la situación fiscal de cada contribuyente, un hábito que debería darse también en el mundo del derecho, pues a modo de ejemplo, José Luis García relata la historia de un trabajador despedido que, erróneamente asesorado por un abogado, no acudió al acto de conciliación y llegó a un acuerdo de indemnización con su empresa, indenmización que sí tributa, todo lo contrario que hubiese ocurrido de ir al citado acto de conciliación.

José Luis García, como experto fiscalista que es, prevé una campaña «más tranquila que otros años», percepción derivada del descenso paulatino que se ha producido en las daciones de pago, en los despidos de trabajadores y en la compra-venta de viviendas.