Los armarios solidarios vuelven a abrir sus puertas

I.M.
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Entre enero y marzo se depositaron entre los 109 contenedores de ropa y calzado usado que hay en la provincia, 72.500 kilos, 21.900 más que en el primer trimestre de 2015

Los albacetenses han depositado en el primer trimestre de este año en los contenedores de ropa y calzado usado 72.556 kilos, 21.920 kilos más, no obstante, que los depositados en este mismo periodo de tiempo pero del 2015, según datos del Consorcio Provincial de Medio Ambiente.

Son 109 los contenedores que hay en la provincia, 51 ubicados entre la capital y varias de sus pedanías, y los  58 restantes repartidos entre diferentes municipios. Se vacían todas las mañanas de lunes a viernes conforme a una ruta previamente preestablecida que recorren dos camiones, uno por la capital y otro por la provincia. No obstante, hay tres meses al año en los que la recogida se amplia también a las tardes. Los tres meses son mayo, junio y octubre, y el motivo no es otro que los kilos de ropa y calzado que se depositan  duplican lo habitual, simplemente porque es en esos meses cuando toca cambio de temporada. Los camiones los pone la Fundación El Sembrador, la cual, además de la recogida, se encarga de la selección e higienización de lo que hay en estos depósitos.

El volumen de ropa y calzado usado que recogió entre enero y diciembre del pasado año entre toda la provincia rondó el medio millón de kilos, 10.000 kilos más, no obstante, que en el 2014. Una vez metida en el camión, el destino de lo recogido es la nave que esta Fundación tiene en el Polígono de Campollano, en donde se procederá a su clasificación en función tanto de su calidad como de su estado.

 

<b>Reparto.</b> Aunque, por regla general, las prendas que se están recogiendo tienen menos calidad que la que podían tener hace unos años atrás,  lo cierto es también que son muchas las que se encuentran  en muy buena disposición, hasta el punto de que el 20% de lo que entra en los contenedores, previa higienización, se queda en la provincia. Por un lado, para su reparto entre «aquella gente que no se la puede pagar» y que llega derivada vía Caritas Diocesana o los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Sólo el pasado año, comenta el gerente de la citada Fundación, Rafael López, se entregaron 5.000 prendas.

Y por otro, para su venta en sus tiendas de segunda mano, las  Koopera Store, en donde ya están expuesta para su compra la temporada primavera y verano y algún que otro resto de la de otoño-invierno. Sobre un 10% de lo depositado en los contenedores albacetenses es lo que se va para estos establecimientos ubicados en la capital, Almansa, La Roda y  Hellín. El precio de venta vendrá marcado por diferentes parámetros, entre ellos, la marca. Ahora bien, en la tienda,  aclara López, su coste no será superior al 15% sobre el mercado. Así, por citar un ejemplo, indicar que un traje de caballero de Armani que tenía una etiqueta con un precio cercano a los 800 euros, en Koopera valía 105 euros.

Aquellas prendas que, por otro lado, no están en condiciones para dar o para vender, se derivarán a una planta de reciclaje para otros usos, pues de lo que se trata es que «nada acabe en el vertedero». La  planta a la que se lleva  lo que se recoge entre Albacete y provincia y no sirve, está en Valencia. Se inauguró en marzo y forma parte de un proyecto confederal con presencia de 10 Cáritas Diocesana. En Valencia lo que se hará, explica el gerente, es seleccionar las prendas y sacar las diferentes materias primas con las que han sido confeccionadas para luego comercializarlas vía canales internacionales de reciclaje y así, dice Rafael López, «poder saltarnos a los intermediarios de dudosa ética».  

No obstante, no todo es recoger, clasificar, higienizar, vender, repartir o derivar para su reciclaje,  este proyecto es mucho más.  Este proyecto también busca potenciar el consumo responsable y lo que es más significativo, impulsar la  cohesión social con la contratación de personas que están en situación de exclusión social, pues todos los beneficios se reinvierten.