Atención temprana a la diversidad

TERESA ROLDÁN
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Las familias cuyos hijos se benefician de este servicio, tanto del modelo clásico como del nuevo, califican de forma positiva los apoyos y la labor de acompañamiento que realizan los profesionales de Asprona

Elena tiene tres años y le encanta este juego de toda la vida, que maneja a la perfección. - Foto: RUBÉN SERRALLÉ

Ningún lector nace, sino que se hace. Los expertos afirman que durante los dos primeros años de vida  se desarrolla la mayor parte del cerebro de un bebé. Un tiempo en el que se definirán sus capacidades intelectuales y motrices, así como las emocionales y sociales. Por ello es muy importante ayudar a estimular esas capacidades de manera temprana. Una estimulación que cobra especial protagonismo en el caso de los niños que, por sus características especiales, necesitan de una intervención precoz para evitar deficiencias en su desarrollo o para reducir las que presentaban en el nacimiento.

Niños con trastorno del espectro autista o del desarrollo, o que no tienen un diagnóstico claro por una patología genética o aquéllos que siendo prematuros de bajo peso han tenido una lesión neurológica, además de los casos más comunes, pero ahora menos frecuentes, de síndrome de Dwon, son candidatos a recibir estimulación y apoyo de la mano del servicio de Atención Temprana.

Eso sí, en ningún caso,como afirma una de las coordinadoras del centro Adapei, Cristina Díaz,  la Atención Temprana puede llegar a cambiar una patología instaurada y una discapacidad de origen de algunos pequeños que acuden a este recurso, pero sí les ayuda, si lo hacen de manera precoz, a minimizar los síntomas y mejorar ese retraso en su desarrollo, contribuyendo en gran medida a que los padres se adapten mejor a sus hijos y a que la discapacidad no tenga tanto impacto en su vida diaria.

Pero, sobre todo, «lo que pretendemos con las familias cuando llegan aquí es ayudarles a que generen redes de apoyo para saber dónde ir y a quién acudir cuando tienen un problema».

Precisamente esto último es lo que más valoran las familias, esa labor de acompañamiento que caracteriza a Asprona y que si hablamos de la Atención Temprana adquiere mayor relevancia.

En la actualidad son 330 los niños que reciben Atención Temprana en la provincia a través de los diferentes centros que Asprona tiene, tanto en la capital como en la provincia, vía convenio con la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales. De ellos, 90 en el centro Adapei de la capital. La cifra se eleva a 441 si se suman los que reciben esta prestación a través del Centro Base de la Junta.

Los servicios que se prestan en estos centros como fisioterapia, estimulación, psicomotricidad, logopedia y apoyo psicosocial a la familia, son fundamentales para dar respuesta, lo más pronto posible, a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los menores con dificultades en su desarrollo o que tienen riesgo de poder padecerlo.

¿CÓMO SE ACTÚA?  Lo primero que se hace con cada caso nuevo que llega al centro es una sesión de acogida con las familias, «a las que les preguntamos qué es lo que les preocupa de sus hijos, su percepción del problema y en base a ello se hace una evaluación inicial, en la que los padres están presentes en todo momento. A partir de ahí se diseña una propuesta de objetivos de intervención, que deberán conectar con lo que les preocupa a las familias y con lo que es la realidad del día a día del pequeño», afirma la coordinadora del centro y psicopedagoga, que aclara que lo normal es que la intervención en el centro se concrete dos veces por semana e incluso una vez, en función de las necesidades de apoyo que tiene cada menor.

El objetivo también no sólo es apoyar a los niños en función de sus características, con sesiones específicas de logopedia o fisioterapia, sino, sobre todo, ofrecer herramientas a la familia para trabajar con su hijo todas las habilidades aprendidas. «No queremos que los padres se conviertan en terapeútas, sino que adquieran estrategias para poner en práctica en la vida cotidiana con sus hijos».

Yaunque se utiliza un modelo de atención multidisciplinar y todos los profesionales que trabajan en Adapei (dos fisioterapéutas, tres estimuladores, dos logopedas y dos coordinadoras) tienen formacion para trabajar en el desarrollo global de los pequeños, cuando se evalúa cada caso y se ven sus necesidades se determina si el profesional de referencia será el fisio o el logopeda, en función de si tiene problemas motores o del lenguaje. «Si el pequeño presenta un retraso motor el fisioterapéuta no sólo se ocupará de trabajar esas cuestiones, sino también de buscar, por ejemplo, qué tipo de juegos son los adecuados para esa etapa del niño, que puedan contribuir a mejorar su desarrollo personal».

También los profesionales del centro Adapei trabajan coordinadamente con los de las escuelas infantiles a donde acuden los pequeños, con la elaboración de un programa de rutinas «de tal forma, que el profesional de Adapei pueda seguir apoyando al niño en el entorno de la escuela infantil y, sobre todo, a las tutoras, para que tengan las máximas posibilidades de sacar el mayor rendimiento de los niños». Pero no sólo eso, sino que además, desde los centros de Atención Temprana de Asprona se prepara a las familias un año antes de su alta y  marcha del centro cuando cumplen los tres años y antes de integrarse en los colegios ordinarios. Desde este dispositivo se prepara esa etapa de transición para que la adaptación de los niños a su nuevo entorno educativo sea lo menos traumática posible.

«Su apoyo es fundamental, yo estoy encantada con estos magníficos profesionales», afirma la madre del pequeño Antonio Molina, que nació con una patología genética de esas que tienen la denominación de raras, y que desde los tres meses de vida de Antonio acude dos veces por semana a Adapei para que una de las dos fisioterapéutas que trabajan en el centro estimule al pequeño y recupere el retraso motor que tiene. Simpático y cariñoso, a Antonio le atrae la cámara fotográfica y posa como si un de modelo infantil profesional se tratara.

EXPERIENCIA PILOTO. Además, desde hace un año Asprona ha puesto en marcha un pionero programa de Atención Temprana, centrado en la familia y donde la intervención aborda las rutinas de la vida diaria del niño, en su entorno natural.

Unos 50 son los niños que se benefician en la actualidad del mismo en la provincia, sin contar con los que están incluidos en el protocolo de niños prematuros.

El director de Apoyos de Asprona, Juan Martínez, explica que la intervención en este caso se desarrolla en el entorno donde el niño vive su vida: la familia, la escuela infantil, el parque, etc. Se pasa por tanto de un modelo de Atención Temprana donde el destinatario del apoyo era el niño a otro donde lo es la familia, con el niño incluido, claro está, y que está avalado por la investigación científica.

Lo novedoso de este modelo es que se interviene a partir de las rutinas de la vida diaria del niño, «puesto que el objetivo que perseguimos es conseguir aprendizajes funcionales».

Este proceso de cambio del modelo de Atención Temprana en el que Asprona de Albacete lleva tiempo trabajando, se enmarca dentro del proceso de transformación promovido por FEAPS denominado La Atención Temprana que queremos, y en el que también están inmersos otros 35 centros más de 10 comunidades autónomas.

La experiencia piloto de este modelo de intervención se ha desarrollado durante seis meses, primero con 19 familias y sus hijos y ahora son 50 las participantes. Tras concluir la fase de pilotaje el proyecto está ahora en su fase de evaluación, y según Martínez, los primeros resultados señalan que se producen en los niños aprendizajes más vinculados a sus experiencias; las familias se implican totalmente y se muestran satisfechas de participar en este modelo colaborativo; y además este modelo no requiere más tiempo ni más recursos que el que había hasta ahora; los efectos de la intervención es que el niño progresa y además la familia gana en calidad de vida.

Dentro de este modelo cada niño y por tanto cada familia tiene un profesional tutor de referencia en función del área que deba estimularse más, aunque eso no significa que como complemento dentro de esos apoyos participe un especialista. «El fin que se pretende es lograr la capacitación de la familia para que sea capaz de desarrollar por sí misma la crianza de su hijo necesitado de apoyos», apuntó el director de Apoyos de Asprona.

PROFESIONALIDAD. Una de las familias que ha tenido oportunidad de participar por unos meses en esta experiencia piloto de Atención Temprana en el domicilio ha sido la de Elena, una niña con síndrome de Dwon, que desde los tres meses ha recibido los apoyos del servicio que se presta en el centro Adapei y hasta su incorporación en la escuela los del nuevo modelo basado en el entorno natural. Su madre asegura que «el servicio de Atención Temprana es muy necesario, porque al principio está perdido».

 Ahora que acaba, agrega la madre de Elena, «me da mucha pena, se nos ha hecho corto»,  porque en su opinión «los profesionales del servicio se preocupan  e involucran mucho, te dan todas las herramientas para trabajar con ellos, son cariñosos y se vuelcan con los niños a los que atienden dedicándoles todo su tiempo, incluso en los momentos en que su situación laboral era complicada y acudían a trabajar sin cobrar».