La médico intensivista del Hospital General de Albacete Ángela Prado acaba de presentar el estudio Riesgos para la salud pública relacionados con la instalación de macrogranjas porcinas, donde se dice que los beneficios de este tipo de instalaciones «en modo alguno superan los perjuicios que suponen».Prado hizo el estudio «ante la oleada de solicitudes de explotaciones industriales de porcino en Castilla-La Mancha» según ha informado Stop Macrogranjas en nota de prensa. El trabajo destaca que esta «avalancha» se debe «a los problemas que está causando esta industria en otros países europeos, los cuales han endurecido su legislación con el fin de controlar sus efectos adversos».El documento destaca el problema de la resistencia a los antibióticos, "pues si suministramos antibióticos de forma indiscriminada a los animales destinados al consumo humano, estos animales desarrollaran cepas comensales resistentes a los antibióticos".