Enlorquecido es un canto a la poesía del gran Lorca, ¿lo considera el mejor poeta de la historia de este país?

No diría el mejor poeta porque también podría decirlo de Machado al que el tanto admiraba, pero si el más especial ya que también era un gran dramaturgo y músico .

El disco de El Lebrijano con Félix Grande, Persecución(1976) tiene algunas cosas que se le asemejan a este Enlorquecido. ¿La poesía y el flamenco van de la mano?

El flamenco es poesía popular, con una sencillez literaria pero de inmensa emoción, el flamenco puede darle la mano a cualquier manifestación artística que se proponga porque su riqueza musical es infinita.

¿En qué escuela de la vida se aprende la humildad que usted profesa?

En la de tus propias entrañas, tu familia y amigos de verdad a los que necesitas que sigan reconociéndote a pesar de que hayan cambiado las circunstancias.

¿Considera que el flamenco es un género maltratado en España y en el mundo entero?

De ninguna manera, el flamenco es amado y respetado en el mundo entero, otra cuestión es que los responsables en cultura de este país no tengan conciencia de que necesitamos a nuestros historiadores de este género y les presten ayudas y también apoyo al talento artístico que no es poco.

Por cierto, es una pena y una sinrazón que después de 82 años Federico García Lorca no tenga una tumba donde descanse en paz.

Sería un alivio para todos los seguidores de todo el mundo saber dónde están sus restos y darle un entierro digno.

¿Qué cosas le arañan a Miguel Poveda?

Las injusticias, la envidia y la falta de solidaridad y empatía con el desfavorecido.

De sus múltiples colaboraciones a lo largo de su carrera, desde María Dolores Pradera a Manuel Carrasco, pasando por Pitingo o Zenet, ¿cuál es la preferida de todas las que ha hecho y por qué?

De todos me llevo algo muy especial e irrepetible, pero viví algo muy mágico con Chavela Vargas en su último concierto en vida y los días de ensayos previos a la colaboración que hicimos juntos en la Residencia de estudiantes de Madrid

¿Quién le aconseja los tiempos de Silencio (como se llama una de sus canciones) para no caer en la sobreexposición pública?

Corresponde a una necesidad interna de reciclarse, reflexionar y sentir solo el sonido del silencio o la voz de mi hijo.

Sus cantos por alegrías y bulerías no tienen parangón en la actualidad. ¿Es una mochila de una gran carga o una tremenda felicidad el estar entre los mejores?

Para mí siempre es mejor lo que hacen los demás y no tengo perspectiva real de mí mismo. Solo sé que me exijo a diario porque quiero dar lo mejor de mi a todas las personas que deciden venir a escucharme.

¿Qué enseñanzas aprende con el paso de los años?

La de respirar cada vez más segundos antes de ser tan impulsivo y también a disfrutar de la calma que dan las cosas sencillas y que tienen el verdadero valor en la vida.

Cuando se es un monstruo todo lo que hace se convierte en algo genial como le ocurría a lo largo de la historia musical a Antonio Vega o Manolo Tena. ¿Cree que a usted también le tocaron con la varita del arte?

Gracias, pero eso lo dice usted, yo estoy tocado con la varita de la vocación desmedida y respeto máximo al arte.