Amigos de los dominicanos asesinados confirman cómo se encontraron los cuerpos

MARCELO ORTEGA
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Uno de los hombres que descubrió los cadáveres explicó en el juicio que la novia de L.N.B. se apresuró a buscar droga en las habitaciones

El acusado escuchaba así las declaraciones de los testigos. - Foto: Rubén Serrallé

La Sección Primera de la Audiencia Provincial reanudará el lunes el juicio con jurado por el asesinato de dos dominicanos que aparecieron acuchillados en el piso que habitaban en la calle Baños. Ayer  la cuarta sesión de testimonios sirvió para conocer nuevos datos sobre los movimientos de personas cercanas al entorno de las víctimas en el fin de semana que tuvieron los hechos, el sábado 2 de marzo de 2013, cuando, presumiblemente, a última hora de la tarde ocurrieron las muertes, y el domingo día 3, cuando a primera hora de la tarde, la novia de uno de los fallecidos y dos amigos consiguieron entrar al piso rompiendo la cerradura. Una vez dentro, encontraron los dos cadáveres, uno en el suelo del salón, y otro en el suelo de su dormitorio. Ambos tenían varias cuchilladas que presumiblemente dio el procesado, D.M.R., también dominicano, con el motivo, según la acusación, de tener discrepancias con los fallecidos por un dinero que había sido sustraído en el piso semanas antes. Los fallecidos, L.N.B. y W.A.B., primos hermanos, se dedicaban al parecer al tráfico de droga y así salió a relucir también ayer, en una jornada donde declararon los dos hombres que acompañaron a la novia de L.N.B. para descerrajar la puerta, y encontrarse con la sorpresa de las dos muertes. Los dos hombres confirmaron con sus testimonios los movimientos que hizo desde la tarde de antes esta mujer, intentado localizar a los fallecidos por teléfono y buscándolos en bares y pubs.

Señalaron que ella, en todo momento, pensaba que se habían ido de fiesta, y que descerrajaron la puerta la tarde del domingo «porque ella tenía que irse a trabajar y necesitaba cambiarse».

Lo que sí contó uno de estos testigos del hallazgo de los cuerpos es que la mujer que era pareja de L.N.B. y que vivía en ese mismo piso se puso a deambular por las habitaciones, tras el primer momento de encontrar los cuerpos: «Fue a su habitación, y a la cocina, y nos dijo que la ayudáramos a buscar la droga». En el relato de esta mujer en el juicio, ella dijo que no sabía que se dedicaran a vender droga, aunque sí admitió que entró a la habitación para cambiarse de calzado.

En la sesión de ayer, la defensa también hizo hincapié en las posibles dudas del testimonio de esta mujer. Dos mujeres que según explicaron eran visitantes asiduas del piso de la calle Baños dijeron que la novia de L.N.B. sí tenía a veces llaves para entrar al piso, cuando venía de trabajar del bar. Ella, ante el tribunal, dijo que nunca las tuvo, y así fue el fin de semana de las muertes.

La defensa de D.M.R. también llevó a una testigo para explicar que las imágenes de una cámara en una entidad bancaria que recogen al presunto asesino no son las del acusado, sino de una persona más alta. En esa imagen, que ya se ha reproducido varias veces esta semana, se ve a un individuo de tez morena, con gorra y una prenda blanca, pasar por delante de la cámara en la calle Feria esquina con la calle Pedro Martínez Gutiérrez, pero no se distingue su cara.