Hubo un tiempo en el que la preocupación de los empresarios de Campollano eran los atascos. Hoy lo que les quita el sueño es la destrucción de empleo. El presidente de la Asociación de Empresarios de Campollano, José Eduardo López-Espejo, confía en que la «sangría» haya cesado.

Campollano se creó en una época en la que los albaceteños se iban porque aquí era imposible encontrar trabajo. Ahora estamos viviendo una situación también difícil.  ¿Qué efectos ha tenido esta crisis en el parque empresarial?

Campollano se fraguó en 1968 por un grupo de inconformistas que querían cambiar su ciudad. Cuando Albacete no pintaba nada en el contexto nacional, porque el régimen de Franco solo hacía polígonos en los polos de desarrollo, la iniciativa privada se movilizó e hizo realidad Campollano. Es significativa la historia gráfica del polígono para ver cómo ha ido creciendo. Entre 2002 y 2007 Campollano ha llegado a tener 17.000 trabajadores y casi 1.400 empresas. Cinco años después nos hemos quedado con 1.000 empresas y 10.000 trabajadores. Ha sido una sangría muy dura, sobre todo ver como cerraban empresas con 20 o 30 años de existencia. Ahora se habla mucho de emprender, pero el periodo medio de maduración de una empresa de nueva creación son diez años y a los 15 años de vida no llegarán nada más que el 50% de las nuevas empresas. Por eso, haber perdido el patrimonio que constituían estas empresas que ya habían pasado estos periodos de consolidación, es muy duro.

¿Se ha frenado esta sangría?

En este año la constitución de las nuevas empresas, sobre todo en el segundo semestre de año, ha compensado los cierres que ha habido. Podemos decir que se ha estabilizado.

¿Hay algún sector económico que haya sufrido especialmente?

En nuestro parque empresarial no. Campollano es multisectorial, no hay ningún sector predominante, en sus orígenes sí que hubo algo más de cuchillería y metal, pero luego se fue compensando. Según un estudio que hicimos en 2009, hay más de cien actividades diferentes. Esa característica ha sido una de las pocas ventajas con la que hemos contado en esta crisis. Si éste hubiera sido un polígono monosectorial posiblemente lo hubiéramos pasado peor.

 ¿Qué características tienen las empresas de nueva creación?

Estos últimos meses en Campollano se está notando el efecto del autoempleo. Son empresarios que antes eran socios de alguna empresa o trabajadores por cuenta ajena que ahora están montando pequeños negocios, en pequeñas naves y con pocos trabajadores, muchas en el sector servicio.

Más información en edición impresa.