De uno en uno, llamados por el juez, los inversionistas afectados por la estafa cometida por un empleado de banca fueron detallando el montante de dinero perdido: 85.000 euros uno, 36.000 euro otro, 9.000 euros, 13.100... El supuesto inversor prometía réditos de entre el 10 y el 20% en sólo tres meses. Ocurrió entre 2005 y 2006. El estafador, de iniciales E.S.G., reconoció su culpa en el juicio celebrado ayer por la Audiencia Provincial. También admitió haber falsificado contratos de compra de inmuebles y de falsear cheques y pagarés. Ante el tribunal confesó la estafa: «Dediqué el dinero al juego, tenía adicción a las máquinas recreativas. Ahora no tengo ningún ingreso».
Con esta confesión, lo que queda por determinar es si es culpable o no el otro acusado, J.J.M., acusado de haberle ayudado en una de las estafas cuando obtuvo cerca de 53.000 euros de un conocido y se los dio a E.S.G., que a cambio le dio contratos de compraventa de inmuebles falsos: «Los falsifiqué yo», dijo el principal procesado. El acusado de colaboración se defendió diciendo que cobraba una comisión por hacer de intermediario en esta búsqueda de inversionistas, peor que nunca supo que todo era una trampa: «Yo le había dado 18.000 euros y me devolvió el dinero en tres meses, como habíamos acordado; sí empecé a sospechar al ver la demora para devolver el dinero de este caso», dijo este otro procesado.
El juicio continúa hoy con los testimonios de otros estafados que deben refrendar sus denuncias. En total, la Fiscalía estima que E.S.G. se apropió de más de 200.000 euros por el procedimiento de prometer la alta rentabilidad. La Fiscalía pedía inicialmente seis años y medio de prisión para el procesado, pero lo previsible es que hoy rebaje esa petición de condena merced al reconocimiento de los hechos y al tiempo transcurrido desde que sucedió la estafa. El papel que jugó .J.J.M. en una de esas transacciones, a quien se piden dos años de cárcel, es lo que todavía está por determinar en la sesión de esta mañana, en la que deben declarar otros testigos.