Tolo Ocaña: «En estos años se ha puesto al Quintanar del Rey un sello de equipo competitivo»

Juan Carrizo
-

No es normal pasar muchos años en el mismo banquillo en el fútbol español, donde incluso ya es todo un logro acabar la campaña que se empieza. Por ello hay que resaltar las cinco temporadas que Tolo Ocaña ha pasado dirigiendo al Quintanar del Rey.

Antolín ‘Tolo’ Ocaña, en el Parque Lineal, junto al Centro Infanta Leonor, donde desarrolla su actividad laboral fuera del fútbol. - Foto: Rebeca Serna

Con unos 20 años de trayectoria en los banquillos, Antolín Ocaña es un clásico en la Tercera División de nuestra región. Fue el primer jugador albaceteño en alcanzar la internacionalidad, al disputar el Mundial sub-20 a primeros de los 80 y se retiró como futbolista tras dejar al Albacete Balompié de Benito Floro en Segunda División.

Pasó de los terrenos de juego a los banquillos, iniciando su carrera en las categorías inferiores del Albacete y ha pasado por diversos equipos de nuestra región.

Llegó en el verano del 2008 al Quintanar del Rey, que trataba de renacer de sus cenizas en Preferente y tras conseguir el retorno a Tercera ha pasado cinco temporadas en su banquillo, todo un récord conforme está el mundo del fútbol. Con el relevo en la directiva del club conquense, Tolo Ocaña cierra una etapa y ahora debe buscar nuevo destino.

<b>Se cierra una etapa extraña, por lo raro que es ver en nuestro fútbol un entrenador durante cinco temporadas consecutivas en el mismo banquillo.</b>

La verdad es que ha sido mucho tiempo para lo que suele pasar en el mundo del fútbol. Era un sitio en el que se prestaba a ello. Empezamos en Preferente, logramos subir al equipo y el reto de cada año era ir mejorando con los mismos medios, porque creo que hemos tenido el último año el mismo presupuesto que el primero en Preferente. Hemos cumplido el objetivo de mantenernos cada año y cada vez más holgadamente posible. El primer año en Tercera fue complicado, porque quisimos darle la oportunidad a los que habían ascendido, pero luego hemos ido teniendo equipos competitivos, poniendo un sello en lo que era el Quintanar como equipo. No es fácil estar cinco años en el mismo banquillo, pero todo ha sido posible gracias al entorno.

(Más información en la edición impresa)