Por la ribera del Júcar

Redacción
-

La lluvia no desanimó a los participantes en la penúltima ruta senderista de las programadas por la Diputación, un recorrido circular de más de 21 kilómetros en el entorno de Valdeganga

Imagen de grupo de los participantes en al ruta. - Foto: La Mancha Press

El pasado sábado Valdeganga acogió la sexta y penúltima ruta senderista del programa por la provincia que organiza la Diputación. Después del éxito de las anteriores por escenarios de Letur, Tobarra, Alcaraz, Paterna del Madera y Madrigueras, este evento regresaba de nuevo a La Manchuela, esta vez para adentrarse en el río Júcar.

Era la ruta más larga de todas (denominada Sendero Río Júcar PR-AB 06), un recorrido circular que comienza y termina en el casco urbano de Valdeganga, de 21,600 kilómetros de longitud.

 Los participantes narraban así la experiencia vivida: «Tras un saludo de bienvenida del alcalde de Valdeganga, Fermín Gómez Sarrión, que nos acompañó durante toda la ruta, y con un poco de lluvia, a las nueve y media en punto, salimos de la Calle Vereda. Después de recorrer unos 50 metros por el casco urbano y coger el camino de la Cuesta Blanca, rodeado de campos de cultivo y de monte bajo, en el que nos encontramos con una enorme red de caminos y senderos entre los que se encuentra la Cañada Real de los Serranos, vestigios de la antigua vía pecuaria para la trashumancia».

«De ahí que durante la ruta nos encontremos numerosas construcciones de piedra seca tradicional asociadas a las labores del campo», añaden y explican que «a unos ocho kilómetros ya se ve cómo se va encajando el camino y la vegetación cambia, estábamos entrando en el valle del Júcar. Comenzamos a descender hacia el río y paramos a ver unas espectaculares vistas de la pedanía de los Alcozarejos».

La marcha continúa hacia el río «y descubrimos la asombrosa geología de la zona, un cañón impresionante y, a sus pies, distintas construcciones pegadas a la roca y con las huertas tan fértiles».

Por sendero en dirección a Alcozarejos, «observamos el bosque de ribera con la espectacularidad de los colores de las hojas, todavía presentes algunas en los arboles. Pasado Alcozarejos no paramos de ver gran cantidad de pescadores, al ser una zona acotada de pesca intensiva. Al margen derecho, casi durante todo el recorrido vamos viendo la importancia que el río tenía en los antiguos pobladores, ya que las construcciones y las huertas pegadas a su margen son muchas y casi todas a día de hoy abandonadas».

Este recorrido por el margen del Júcar, de unos 12 kilómetros, nos llevará hasta Puente Torres, pedanía de Valdeganga, y seguidamente a las ruinas de la ermita de San Benito o del Santo, edificio del siglo XV de gran importancia antaño, ya que era un lugar de peregrinación, hoy recuperada parte de lo que quedaba en pie».

«Ya desde aquí solo nos quedan 2,5 kilómetros para llegar al pueblo de Valdeganga, a una zona de recreo habilitada para el ocio y el disfrute de los vecinos, pegada al río; una bonita zona, desde donde parte la Calle Cuesta el Río, que buen honor hace a su nombre y que nos llevará al punto de partida cinco horas antes», concluyen.

La siguiente ruta será el sábado 13 de diciembre en Caudete.Denominada Circular Sierra Oliva, tendrá 18 kilómetros de distancia, con dificultad media, y comenzará a las nueve de la mañana.