Una familia entrega en el Ayuntamiento a sus dos bebés por falta de recursos

P. Pérez/ J.G. / talavera
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Los niños, de 11 y 22 meses, fueron atendidos por el personal municipal hasta que el servicio de Menores de la Junta se hizo cargo de su tutela y traslado a un centro regional

Una familia entrega en el Ayuntamiento a sus dos bebés por falta de recursos - Foto: Peña

Dos menores de 11 y 22 meses de edad fueron entregados en las dependencias de Información y Registro municipal de Talavera, situado en el edificio del Ayuntamiento, por sus padres, que alegaron que no podían mantenerlos.

Fue al filo de las dos de la tarde del miércoles, minutos antes del fin de la atención al público, cuando los trabajadores del servicio dieron la señal de alarma y solicitaron la presencia de la jefa de servicio y de la concejala de Servicios Sociales.

La edil del área, Ana Santamaría, explicó que los padres fueron atendidos por una funcionaria, a la que explicaron que entregaban a los menores «por no poderse ocupar de ellos, y la pidieron que les cuidaran lo mejor posible». Fueron apenas 15 minutos lo que los progenitores tardaron en despedirse de sus hijos, dejándoles con sus carros y una bolsa con comida y pañales. «En todo momento los niños estuvieron bien atendidos, y su aspecto era estupendo, nutrido y cuidado. El personal del Ayuntamiento, ya a puerta cerrada, se volcó con ellos abrazándoles y besándoles».

Santamaría recalcó que los menores parecían «niños felices y tranquilos» y que estuvieron permanentemente atendidos hasta que, una vez activado el protocolo y requerido el servicio de Menores de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, los técnicos especialistas recogieron a los hermanos para trasladarles a un centro regional. «Mientras llegaron, estuvieron comiendo y jugando», apunta la edil.

Una vez concluido el trámite de la entrega al servicio de Menores, el personal del Ayuntamiento siguió con el procedimiento legal y registró la correspondiente denuncia en la Comisaría Nacional de Policía «porque es un delito abandonar menores».

La concejala apuntó que desde su área no se tienen datos de los progenitores, por lo que, una vez cursada la denuncia, el Ayuntamiento finaliza las pesquisas sobre la situación, que serán abordadas desde instancias regionales y judiciales. «Los padres no son de la ciudad, ni de la comarca ni de la región; tampoco constan en ningún registro como solicitantes de ayuda.  No les tenemos registrados a través de ningún trabajador social, no hemos trabajado con ellos», explicó, a lo que añadió que el único dato que facilitaron a la funcionaria que les atendió es «que declararon que eran transeúntes». Otras fuentes consultadas por este diario aseguraron que el padre es natural de Vitoria y la madre tiene nacionalidad ucraniana.  A preguntas de los periodistas, la edil confirmó que los padres «tenían un aspecto normal, como cualquiera de nosotros. Se fueron emocionados, son padres».

« Tengo constancia de que los niños están bien, cuidados y atendidos por los servicios de la Junta», apuntó Ana Santamaría, que también mostró su agradecimiento a los trabajadores municipales «que se portaron con los pequeños como si fuesen de su propia familia».

«hablamos de delito». El viceportavoz del equipo de Gobierno, Jaime Ramos, daba cuentas de los sucedido a los medios de comunicación en la comparecencia previa al Pleno. «Estamos hablando de un delito, no estamos hablando de otra cosa», dijo, para explicar que fue testigo de los hechos.

«Estaban aparentemente bien vestidos, bien cuidados, sanos», indicaba, para añadir, «eran riquísimos por cierto, es de esas cosas que uno no puede entender pero tampoco podemos hablar más porque en estos momentos ya han pasado a otras instancias», explicaba Ramos en referencia a la guarda de los menores por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

El viceportavoz dio a conocer los hechos para incidir en que desde el Ayuntamiento «lo que hicimos fue cumplir rigurosamente el protocolo que debemos cumplir», sobre cuál fue la actuación de los padres, Ramos aseveró que dejaron a los bebés y se marcharon, «no dijeron nada, los dejaron en las dependencias del registro».