El futuro es emprender

Javier D. Bazaga (SPC)
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Innovación, amplitud de miras, transformación digital y equilibrio son las claves que Roberto González presenta en su última guía del emprendimiento para no fracasar, titulada 'Pymes para dummies'

Uno de cada tres emprendedores se mete en sectores muy saturados como el pequeño comercio o la hostelería, «quizá sea ésa una de las principales causas de la alta mortalidad de las empresas en los primeros años de vida».

Sencillo y directo, Roberto González presenta una guía con la que, si no conseguir el éxito profesional, al menos, saber reconocer los errores que podemos estar cometiendo al crear una empresa. Después de Autónomos para dummies se ha lanzado al mercado nacional con el libro Pymes para dummies, una obra con la que nos da algunas claves para emprender, pero no por que esté de moda, sino para evitar la elevada mortandad empresarial que existe actualmente.

España es, sobre todo, un país de autónomos y pymes, ya que constituyen el 98,5% del tejido productivo. Pero esta característica supone, a su juicio, «una debilidad» para la economía nacional por su reducido tamaño, la escasa inversión en innovación y la poca internacionalización que está repercutiendo en un retraso en el desarrollo de la famosa transformación digital que reclama el mercado.

Además, las pequeñas compañías se encuentran con grandes obstáculos en su proceso de creación, como la enorme carga burocrática a la que tienen que hacer frente en todos los niveles de la Administración, ya sea local, autonómica, estatal y hasta europea.

Sin embargo, asegura que «el mayor enemigo del emprendedor es su madre» que, desde bien temprano, le ha dicho a su hijo que se tiene que buscar una colocación estable, «que trabaje en un banco o que haga una oposición para hacerse funcionario y tener solucionada su vida hasta que se muera».

Con Pymes para dummies (de la serie Para dummies, de Grupo Planeta) que salió a la venta el pasado 19 de septiembre, Roberto González quiere ofrecer algunas de las claves para que una iniciativa empresarial supere al menos los dos primeros años de vida, tiempo a partir del cual las posibilidades de supervivencia se disparan considerablemente. «Crear por crear no, hay que buscar opciones interesantes». Y lo dice quien en su trayectoria ha montado dos sociedades, «la primera fue un fracaso y, la segunda, un éxito», confiesa.

González distingue al emprendedor por necesidad, que «suele fracasar en muchos casos», del que lo hacer por oportunidad, que identifica una necesidad en el mercado y se lanza a cubrirla. Entre los errores detecta está la falta de formación financiera, que pocas ocasiones se hace un análisis de mercado para ver si lo que vas a ofrecer tiene salida realmente, o la elaboración del famoso plan de empresa, que considera muy necesario.

«Los que creen que no lo es son gente muy creativa a la que le duele hacer números, les duele el excel». González defiende que, para el éxito de una empresa, «hay que ser como el doctor Jekyll y Mr. Hyde». Combinar las facetas de creatividad con la de los números. «Las corporaciones que salen adelante las forman un hippy y un mafioso», el primero es «el que tiene las ideas y, el segundo, es el que las monetiza», por lo que sí hace falta un plan de empresa. «El excel todo lo puede», concluye.