La localidad serrana de Bogarra acogió el pasado fin de semana la vigesimosexta cita del programa provincial de senderismo, organizado por la Diputación de Albacete. La ruta se denominaba Ruta por los Cárcavos, con una dificultad técnica baja-media, recorrido lineal de alrededor de 16 kilómetros de distancia y aproximadamente cinco horas de duración.

Los 50 participantes, que viajaron desde la capital, comenzaron la actividad en la pedanía de Potiche, pedanía de Bogarra, donde se presentaron los guías, socios del Centro Excursionista de Albacete. Desde allí comenzaron la ruta por la denominada Sierra del Agua, por la confluencia de ríos como Paterna, Bogarra o Mundo.

Se dirigieron por carretera a la aldea de los Vizcaínos, un enclave privilegiado que en la actualidad cuenta con varios alojamientos rurales. Atravesaron varios puentes para cruzar el río Bogarra y tomar una pista que nos adentra en un impresionante cañón, plagado de pinos principalmente. Por el camino observaron una vivienda pegada al muro calizo y una serie de esculturas en roca, que según indicó el alcalde de Bogarra, Ángel Valentín Sánchez, pertenecen a Gabriel Martínez Monroy, exfutbolista y artista.

El siguiente destino fue el paraje de Las Juntas, lugar donde se unen los ríos Bogarra y Mundo, para convertirse en uno solo, el río Mundo, cuyo curso seguirían, aunque a bastantes metros más arriba ya que crea un cañón de impresionante altura y preciosas vistas. Por el camino, el cortijo San Martín; una gran casa con varias dependencias. que el paso del tiempo ha ido deteriorando, donde aprovecharon para almorzar.

Tras el tentempié, observaron un grupo de colmenas en las que trabajaba un apicultor, al que pudimos ver en varias ocasiones más durante nuestro trayecto, ya que hay gran cantidad de plantas aromáticas por esta zona y es terreno propicio.

Tras pasar por pistas y caminos, llegaron a una zigzagueante senda de herradura que, según explican, «nos situó frente a una de las espectaculares paredes rocosas que forman el cañón del río Mundo, que albergan especies de flora autóctonas en peligro de extinción». Al fondo, justo enfrente, pudieron observar el pico más alto de la zona, La Albarda de 1.254 metros de altura. Aunque el sonido de las aguas del río Mundo era constante, pocos eran los lugares donde al fondo del cañón se podía observar sus cristalinas aguas.

En lo más profundo, podía verse el destino de la ruta: la presa de los Cárcavos, nombre que recibe también la pedanía cercana.

El curso del río Mundo, a su lado derecho, les llevó a una senda que sube hasta la aldea de Royo-Odrea ya en el municipio de Ayna, y punto final del recorrido, «aunque antes recorremos un kilómetro y medio en subida, para poder contemplar la espectacular vista de la sierra con sus dos elevaciones: el Prao y el Pico y el famoso Pontarrón». Desde la aldea, el autobús les trasladó a El Batán, otro bello rincón, donde disfrutaron de la habitual comida.

La próxima cita será este domingo, día 29, en Villarrobledo , con la Ruta de la Pasadilla-Los Castellones.