El 90% de los últimos casos de  infección por VIH diagnosticados en la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA) son varones; además, el 70% son homosexuales, y con una edad media que se sitúa en los 25 años. Unos datos, éstos últimos, preocupantes, tal y como puso de manifiesto la doctora Elisa Martínez Alfaro, responsable de esta Unidad, ya que evidencian que la vía principal de transmisión es la sexual, y al mismo tiempo que los jóvenes parecen haber pedido el miedo al contagio.

Desde enero a ahora los profesionales de esta sección hospitalaria han diagnosticado 11 pacientes nuevos con infección por VIH, una cifra similar a otros años, porque a falta de contabilizar los casos nuevos que puedan aparecer en diciembre, teniendo en cuenta que suele situarse entre los 10 y 15 nuevos diagnósticos anuales, son 309 pacientes en seguimiento, es decir, 309 historias clínicas abiertas por este motivo.

Precisamente mañana se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra el SIDA y los avances que se consiguieron en los primeros años a nivel de prevención y concienciación de la población parecen haberse esfumado de un plumazo. Y es que el hecho de que la enfermedad haya pasado de ser mortal a ser crónica y la mejora de los tratamientos médicos quizás han podido influir a la hora de que la población -en particular los jóvenes- se relaje y pierda la sensación de miedo a contagiarse que hubo en los primeros momentos del boom de la enfermedad. Algo que bien puede traducirse en un abandono del uso de medidas de protección cuando practican relaciones sexuales.

La doctora Elisa Martínez Alfaro aseguró que de los 309 pacientes que acuden a revisión a las consultas de Enfermedades Infecciosas, el 74% son varones. Estos datos, junto al hecho de que el 90% de los nuevos diagnósticos se correspondan también con los de varones, está en relación directa con el factor de riesgo fundamental de la enfermedad: el contagio por vía sexual. De hecho, el 28% de los contagios son pacientes homosexuales;el 31% son heterosexuales; un 34% se infectaron por consumir drogas por vía intravenosa;un 3%son menores contagiados por transmisión vertical (madre-hijo); un 1% fueron infectados en una transfusión de hemoderivados y de otro 2% se desconoce la causa o el paciente no ha querido reconocerla ante los doctores.

De lo que llevamos de año, el 70% de los pacientes tratados en este servicio del CHUAson homosexuales y un 30%heterosexuales, lo que pone de manifiesto que la transmisión sexual ha pasado a ser, frente a los inicios del SIDA, la vía de contagio más importante, junto con la edad, «ya que la mayoría de los nuevos diagnósticos son personas jóvenes», según la doctora Martínez Alfaro, que reconoció que la edad media de los pacientes en seguimiento es de 45 años, aunque los últimos casos diagnosticados en Albacete no superan los 25.

Lo que ocurre, como advirtió la especialista de Enfermedades Infecciosas, es que hoy en día el 20% de los casos  se diagnostican de SIDAcuando el virus está en una fase muy avanzada, y por lo general, son pacientes que ingresan en el centro hospitalario por otra  enfermedad como una neumonía grave, un tumor, un linfoma o cualquier otra enfermedad de inmunosupresión severa. «Se trata de pacientes con un matiz particular y es que han tenido muchas posibilidades de contagio y  control y el retraso en el diagnóstico supone una mayor consumo de recursos sanitarios, algo bien diferente a si la detección es precoz donde se reduce el coste».

diagnóstico precoz. El diagnóstico precoz es precisamente lo que persigue la Estrategia Mundial contra el SIDA. La responsable de la sección de Enfermedades Infecciosas señaló que en algunas zonas donde la incidencia de la infección por VIH es alta se recomienda realizar screenning poblacional para evitar casos de riesgo y hacer un diagnóstico precoz.

La mejora en los tratamientos médicos ha llevado a que hoy en día el 87% de los infectados y en seguimiento en las consultas del CHUA tenga una situación inmunológica y virulógica buena, es decir, que tienen bien controlada la enfermedad.

Además, a diferencia de lo que ocurría cuando empezaron a tratarse los primeros casos de SIDA, donde los enfermos tenían que tomar hasta 14 pastillas diferentes que constituían los primeros tratamientos retrovirales, ahora con una pastilla tienen controlada su enfermedad, «lo que mejora mucho la adherencia a los tratamientos», al tiempo que el sabor y  los efectos secundarios se han reducido y son casi inexistentes.