Turquía enciende otra mecha

Agencias
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El Ejército derriba un avión de combate de Moscú en la frontera con Siria después de que el aparato violase su espacio aéreo y fuera advertido hasta en 10 ocasiones en cinco minutos

 
 
Por si la tensión mundial no fuera suficiente con la amenaza yihadista cerniéndose sobre Occidente, los ánimos se caldearon ayer aún más en un episodio más entre el conflicto bilateral que mantienen Rusia y Turquía desde que Moscú decidiese enviar aviones de combate a Siria y Ankara denunciase las continuas violaciones de su espacio aéreo por parte de esos aparatos en su camino al país árabe.
Esta vez, las quejas se transformaron en hechos y el Ejército otomano derribó un caza ruso en la frontera turco-siria, en una actuación que se cobró la vida de uno de los dos pilotos de la nave a manos de los opositores al régimen de Damasco, que aseguran que son el objetivo principal de la ofensiva del Kremlin sobre la nación asiática, y quienes tendrían como rehén al segundo de los tripulantes del avión.
Lógicamente, las versiones distan mucho dependiendo del bando que las relate.
Según el presidente ruso, Vladimir Putin, el aparato, un caza SU-24, fue derribado por un avión de combate turco cuando se encontraba dentro del espacio aéreo sirio, a un kilómetro del límite, y cayó a cuatro kilómetros de la frontera en suelo de Damasco. Además, aseguró que la nave de su Ejército no supuso ningún peligro para Ankara, sino que formaba parte de una acción contra el Estado Islámico (EI), al tiempo que reprochó al Ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan que no se dirigiese al Kremlin tras lo ocurrido, sino que pidiese una reunión extraordinaria de la OTAN. «¿Significa esto que quieren que la Alianza trabaje para el Estado Islámico?», se preguntó, al aseverar que Turquía ha demostrado que es «cómplice» del terrorismo yihadista y remarcó que este «trágico acontecimiento» tendrá «graves consecuencias» para las relaciones bilaterales. 
Las Fuerzas de Seguridad turcas, por su parte, afirmaron haber derribado un avión de procedencia desconocida después de que este violase su espacio aéreo e ignorase hasta 10 advertencias en un intervalo de cinco minutos. 
El primer ministro, Ahmet Davutoglu, defendió el derribo del aparato y aseguró que Turquía advirtió reiteradamente de la violación de sus fronteras tanto en el aire como en tierra. Defender esas fronteras «es tanto nuestro derecho internacional como nuestro deber nacional» y para lograrlo Turquía está dispuesta «a cualquier tipo de medida y sacrificio», advirtió. Además, el presidente Erdogan lamentó el incidente, pero aseguró que «nadie dude» de que harán «todo lo necesario para proteger nuestras fronteras».
Las autoridades otomanas informaron, además, a la ONU de que dos SU-24 violaron su espacio aéreo durante 17 segundos antes de que sus cazas derribasen a uno de ellos.
 
Confusión. Al parecer los dos pilotos del caza ruso lograron eyectarse de la nave y abrir sus paracaídas, aunque los rebeldes aseguraron haber abatido a uno de ellos cuando intentaba maniobrar para aterrizar en territorio dominado por el Gobierno de Damasco. 
«Durante la caída, los pilotos intentaron dirigir sus paracaídas para aterrizar en suelo controlado por el dictador Bachar al Asad», señaló Jabir Ahmad, portavoz del grupo que aseguró haber asesinado al militar ruso. 
«Nuestros hombres de la compañía de la Décima Brigada Costera pudieron alcanzarle antes de que escapase y su cuerpo cayó en zona liberada», agregó. La Décima Brigada Costera es un grupo del Ejército Libre de Siria (ELS). 
Además, en vídeos subidos a las redes sociales puede verse a rebeldes rodeando el supuesto cuerpo del piloto y el Kremlin confirmó que uno de los tripulantes perdió la vida «por disparos efectuados desde tierra».
Sin embargo, las informaciones son confusas, ya que un dirigente de una brigada turcomana, que combate en la zona con la insurgencia siria, aseguró haber matado a tiros a los dos pilotos cuando descendían en paracaídas. «Ambos fueron hallados muertos. Nuestros comandantes abrieron fuego y los mataron en el aire», remarcó.
No obstante, el líder del moderado ELS, el general Ahmed Berri, confirmó a última hora de la tarde la muerte de uno de los militares y la captura del otro por parte de los opositores, si bien no aportó datos al respecto.