José Peñín: «El vino a granel es tan legítimo y tan importante como el vino embotellado de 50 o 60 euros»

M. Lillo / Ámsterdam
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¿Qué opina de la evolución de la World Bulk Wine?

Siempre he sido un entusiasta de que los graneles, que han sido nuestro santo y seña y que durante tanto tiempo estuvieron entre bastidores. La verdad es que la iniciativa de una empresa española de potenciar estos vinos y ponerlos al alcance de los compradores y también de detallistas a los que les interesa saber cómo es la materia prima base, me parece una idea estupenda y siempre la he apoyado. Lo único que también es cierto que la feria nos ha permitido ver la evolución de calidad de los últimos cinco o seis años en lo que respecta a un producto que ya prácticamente se puede embotellar, es decir, que no hay que retocar mucho.

¿Qué le parecen los precios?

Es lo único que lamento. Los precios son muy bajos, no hay una defensa posible para ofrecer una regularidad porque las cosechas en unos y otros años no son iguales y de ahí que intentar vender barato por encima de todo es mal asunto.

¿Ha constatado un incremento de la calidad de los graneles?

Sí, pero eso es una marcha que ya no se puede evitar porque todos, en cierto modo, hacen cada vez mejor las cosas y las inversiones en tecnología es mucho mayor y el que no lo haga así está fuera del cuadro. Eso sí se está notando, la calidad, y nuestros vinos al ser más baratos pueden competir con otros que tienen el doble de precio y, sin embargo, no tienen el doble de calidad.

¿A qué atribuye ese bajo precio?

Hay una desconfianza muy grande, hay temores de no poder vender y tener que dejar los depósitos vacíos para la nueva cosecha y eso pone muy nerviosos a los vendedores y muchas veces se vende a precio de saldo e, incluso, a un precio inferior a costes y eso es lamentable. En ese sentido hay que concienciarse de que el vino a granel es tan legítimo y tan importante como el vino embotellado de 50 o 60 euros, que a fin de cuentas el 85% del mercado consume el vino de base.