Un don por partida doble

Maite Martínez Blanco
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«Fuimos a ponerle gafas y terminamos con un trasplante de riñón», es el sintético relato de la primera donante en vida de un órgano que es el primero que se hace en la región

Si de algo puede presumir Carmen Panadero es de haber concedido el don de la vida a su hijo en dos ocasiones. Tuvo que plantarse ante un juez y decirle una y otra vez que estaba convencida de su decisión: donaría un riñón a Carlos para que pudiera desconectarse de la diálisis y vivir. Antes de salir del juzgado le advirtieron que podía arrepentirse hasta el último momento, incluso estando en el quirófano, pero ella lo tuvo claro desde el minuto uno. Carmen y Carlos han hecho historia a su pesar, el suyo ha sido el primer trasplante de donante vivo que se ha realizado en Albacete, 14 años después de que tuviese lugar el primer injerto de riñón procedente de un cadáver. Tres meses y una semana han pasado. El primer ecuador superado. Carmen asegura que se encuentra incluso mejor que antes de desprenderse de un riñón, «las analíticas me salen mejor», dice con humor esta sonriente mujer que trabaja de administrativo en el Colegio de Agentes Comerciales.