Victoria de oficio

AGENCIAS
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El Madrid vence al correoso Eibar sin brillantez en el juego, pero con efectividad arriba (0-2)

El Real Madrid escapó ayer de su mal momento en Liga, levantándose de las derrotas ante Sevilla y Barcelona, con un triunfo de poco brillo, pero mucho trabajo, en Ipurúa (0-2), gracias a los tantos de Gareth Bale y de Cristiano Ronaldo de penalti, ante un Eibar que nunca perdió la cara a su rival.

Rafa Benítez llegaba a la cita con bajas importantes en defensa. Sin Sergio Ramos, Varane ni Marcelo no le quedaba otra que apostar por Pepe y Nacho en el centro de la zaga y Danilo cambiado de banda, en la izquierda. Fue titular el colombiano James, como extremo diestro, con el galés Bale de delantero centro, y el portugués Cristiano Ronaldo por la izquierda.

El primer cuarto de hora estuvo igualado y el balón iba de un área a otra con facilidad. El cuadro local jugó con agresividad, presionando al rival, intentando compensar la superioridad técnica de los ‘merengues’. Sergi Enrich creó la primera ocasión de gol al intentar una vaselina que atrapó Keylor Navas. Respondió Cristiano Ronaldo, que, en posición dudosa por presunto fuera de juego, se quedó solo ante Asier Riesgo, quien despejó como pudo el disparo del luso.

 El equipo blanco se animó y Danilo llegó hasta el área eibarresa, disparando para que atrapara el portero ‘armero’. Pero los azulgranas no se asustaron, y siguieron atacando, con el apoyo de su fiel afición, que llenó Ipurúa.

La intensidad del juego bajó pero, de nuevo, lo intentó Cristiano, aunque su tiro golpeó en un defensor, y el balón se fue fuera. En el saque de esquina, Modric sacó en corto para James, que le hizo la pared, y el croata, sin oposición, centró para que Bale cabeceara picado en el primer palo y marcara el primer gol. La estrategia de Benítez desequilibró el encuentro.

 

A la contra. Comenzó la segunda parte sin cambios y con el conjunto local buscando el empate. La escuadra ‘merengue’, mientras, no sufría excesivos agobios, y se planteaba el contragolpe como una buena solución. Cristiano gozó de una falta a favor en la que el balón golpeó en la barrera, iniciando los guipuzcoanos un contragolpe que no culminó Saúl Berjón al estar atento Keylor Navas.

 Los azulgranas lo siguieron intentando con el apoyo de sus hinchadas, y un centro de Inui fue cabeceado fuera por Sergi Enrich. También probó suerte, con un disparo lejano, Takashi Inui que atrapó Keylor Navas, el mejor de los blancos.

 Los ‘armeros’ fueron acusando el cansancio según pasaba el tiempo, y ya no pudieron ejercer la fuerte presión que habían imprimido antes. El Madrid, por su parte, jugaba agazapado, a la espera de poder aprovechar una contra para sentenciar. De esta forma, Cristiano fue objeto de un penalti por empujón de David Juncá, pero el árbitro no señaló la pena máxima que reclamó el portugués.

 El propio Balón de Oro pudo marcar en otras acciones. En la primera, con poco ángulo, disparó fuera. En la segunda, cabeceó desviado un córner. Sí que logró el 0-2 al transformar un penalti más que dudoso por una caída de Lucas Vázquez. Restaban ocho minutos para el final y el duelo estaba visto para sentencia. El Real Madrid se levantó de su mal momento en el difícil terreno de Ipurúa.