«Fuera del casco urbano, las persistencias históricas en relación con la Batalla de Almansa son espectaculares, y es una gran suerte, un verdadero privilegio que parte del campo donde tuvo lugar la batalla el 25 de abril de 1707, permanezca, a día de hoy, casi inalterado», señaló el director del Museo de la Batalla, Herminio Gómez.

En el año 2004, cuando con motivo del estudio científico de la localización geográfica de la Batalla, se puso de relieve la extraordinaria circunstancia de que el enorme espacio natural donde se desarrolló la batalla del 25 de abril de 1707 había sufrido pocas alteraciones importantes desde entonces, lo que convertía a este campo de batalla histórico en uno de los mejores conservados de toda el territorio de Europa.

Como elemento vertebrador del futuro Sitio Histórico Campo de Batalla de Almansa 1707 se delimita un espacio que incluye la Balsa del Concejo, los restos del Molino de la Balsa, el Cerro Montizón, el  Arroyo de los Molinos, el Cerro Cantoblanco y el Molino de las Monjas, del que se solicita su  protección integral, dada la gran importancia de la especiales características físicas, geológicas y medioambientales que permiten, aún hoy en día, trasmitir la verdadera crudeza de una batalla a campo abierto entre dos ejércitos del  siglo XVIII.