El resultado de ayer de las elecciones municipales en la provincia de Albacete es de esas paradojas que se esconden entre los recovecos del sistema electoral pues, aunque el PP ganó en votos, sin embargo, pierde en número de concejales, lo que deja a la Diputación Provincial al borde del vuelco, a expensas de un posible acuerdo entre PSOE e IU

Aunque estaba pendiente aún, al cierre de esta edición, la asignación definitiva de diputados en cada uno de los partidos judiciales de Albacete, el próximo Pleno de la Corporación provincial estará formado por 11 diputados del Partido Socialista Obrero Español, 11 diputados del Partido Popular, dos diputados de Izquierda Unida y un diputado provincial -y ahí estaría la gran novedad de la noche de ayer- de Ciudadanos.

Recordar que el Gobierno de la Corporación  provincial no se elige en función del número de votos, sino en función del número de actas de concejal y la forma que éstas se reparten por los partidos judiciales en los que se divide la provincia de Albacete.

De acuerdo a los resultados globales de la provincia, el Partido Popular gana en votos (82.378) pero pierde en número de concejales, con (350). Por contra, el PSOE, gracias sobre todo a sus buenos resultados en los municipios de mediano y pequeño tamaño, saca más concejales (363) a pesar de perder en el cómputo de votos (75.062)

Por su parte, Izquierda Unida obtiene el tercer lugar, con 24.509 votos y 51 actas de concejal, mientras que Ciudadanos obtiene 15.355 votos, lo que se traduce en 10 actas de concejal.

Con estos datos, la formación más probable de una mayoría de gobierno estable en el seno del el ‘Ayuntamiento de ayuntamientos’ pasaría por un hipotético pacto entre el PSOE e IU, que tendría detrás una mayoría de 13 diputados (12+1). El PP no alcanzaría una mayoría estable ni pactando con Ciudadanos, pues un hipotético pacto en este sentido se quedaría en los 12 diputados.

Un sistema de

elección indirecta

o de segundo grado

La elección de los diputados provinciales no es directa, sino que se hace mediante un sistema que se conoce como elección indirecta o elección de segundo grado. Esto  quiere decir que los concejales electos son los que eligen a los diputados provinciales y los diputados provinciales, a su vez, son quienes eligen al presidente de la Diputación de Albacete.

La elección se hace por partidos denominados ‘judiciales’ aunque no coinciden, literalmente, con los partidos en los que se distribuye territorialmente la Administración de Justicia en nuestra provincia. De los primeros, los que sirven para elegir la composición del denominado como ‘Ayuntamiento de ayuntamientos’, hay cinco; de los segundos, hay  siete.

A cada partido judicial le corresponde un número de diputados, que se asignan en función de la población. Al de Albacete le corresponden 14; al de Alcaraz, uno; al de Almansa, le corresponden tres; al de Hellín, este año, le corresponden otros tres y, finalmente, al de La Roda le corresponden cuatro. En total, 25.

El año pasado, los resultados fueron fáciles de estimar. El Partido Popular obtuvo 370 concejales, lo que se tradujo en 14 diputados, mientras que el Partido Socialista obtuvo 365 diputados, a los que le correspondieron  11 diputados provinciales. No hubo ninguna formación política más que lograse representación.

Esta noche electoral, la situación se complicó bastante más, ya que había no dos, sino cuatro actores en liza.