Casi 40 pacientes con sordera severa han recibido un implante coclear

TERESA ROLDÁN
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En 2001 se puso en marcha el programa en el Complejo Hospitalario Universitario

Imagen de archivo del dispositivo de un niño al que se le ha puesto un implante coclear y un audífono. - Foto: CEDIDA

En el Área Integrada de Albacete son tres los pacientes a los que se les ha intervenido de la técnica del implante coclear en lo que llevamos de año, aunque la semana próxima está previsto que otra persona más se someta a esta técnica quirúrgica, que se ha ido depurando en los últimos años. Otros seis pacientes más están a la espera de pasar por el quirófano para que se les coloque este dispositivo electrónico que mejorará de manera notable su audición y con ello su calidad de vida.

El doctor Antonio Belinchón, especialista del servicio de Otorrinolaringología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA), explicó que la técnica del implante coclear consiste en instalar un dispositivo electrónico pequeño que transforma las señales acústicas en señales eléctricas, cuya misión es estimular el nervio auditivo para proporcionar una sensación de sonido a una persona que es profundamente sorda o con serios desórdenes de la audición.

No obstante, aclaró que no sólo se realiza en niños con un problema de sordera severa, detectados a través del programa de detección hipoacústica neonatal que funciona desde el año 2003 en el Área Integrada de Albacete, sino también en adultos. De hecho ahora hay seis pacientes a la espera de esta intervención. En el caso de los pequeños lo ideal es detectar y diagnosticar a los niños una sordera profunda lo antes posible, alrededor del año de vida, aunque ha descendido, como precisó el doctor Belinchón, los casos de sordera bilateral detectados al nacer a través del programa de hipoacusia neonatal.

INTERVENCIÓN. El implante se coloca quirúrgicamente bajo la piel, detrás del oído, e incluye un dispositivo que, situado dentro del caracol, sustituye la función que en los oyentes lleva a cabo éste. No obstante, no está indicada esta intervención en cualquier tipo de sorderas sino que se reduce a las sorderas severas y profundas que no son susceptibles de mejorar de ninguna otra manera, incluidas las audioprótesis convencionales.

Aunque la intervención no ha variado, lo que sí ha sufrido modificación en los últimos tiempos, como afirma el doctor Belinchón, es la localización del implante, accediendo al caracol por diferentes sitios «con el fin de refinar la técnica, de tal forma que intentamos  mantener la audición residual que le queda al paciente, porque quizás la podremos utilizar después, algo que hacemos instalando el implante y un audífono a la vez».

Por su parte, el Hospital General La Mancha Centro, de Alcázar de San Juan, ofrece como particularidad que puede colocar implantes a bebés y niños de muy corta edad, por debajo del año de vida, lo que permite que un mayor número de niños puedan beneficiarse de esta novedosa técnica cuyos resultados en edades tempranas son muy sorprendentes y satisfactorios. Así lo expuso el jefe del servicio de Otorrinolaringología en dicho centro, el doctor Alfonso Moñux, que destacó que el niño de más corta edad que se benefició de esta técnica tenía 10 meses de edad cronológica aunque siete de edad biológica y había sufrido una meningitis, «algo que lo convierte en una urgencia si se quieren obtener unos resultados de audición óptimos». Sobre el porcentaje de éxito de la técnica, el doctor Moñux indicó que al 95% de los pacientes que se someten a un implante coclear les es útil, mientras que del total intervenidos un 75% son capaces de utilizar el teléfono. En el caso de los niños el porcentaje de éxito de esta cirugía y del aparato electrónico que se les implanta es del 100%.