El 'ayuntamiento de ayuntamientos' de Albacete estrena Corporación

E.F.
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Santiago Cabañero Masip, del Partido Socialista Obrero Español, presidirá el noveno mandato democrático de la Diputación de Albacete tras un pleno constitutivo al que asistió el presidente de la Junta, Emiliano García-Page

El socialista Santiago Cabañero es, desde ayer, el nuevo presidente de la Diputación de Albacete, tras la celebración del Pleno de constitución que abre su mandato en un abarrotado salón de actos de la Corporación Provincial.

Cabañero accedió al cargo tras una votación en la que obtuvo el apoyo de los 11 diputados del PSOE y los dos de IU-Ganemos. En contra, votaron los 11 del PP, mientras que la única diputada de Ciudadanos optó por la abstención.

Entre las numerosas autoridades y cargos públicos presentes, había un invitado de excepción, el nuevo presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, quien quiso asistir a la sesión plenaria con el cargo recién estrenado, sólo 48 horas antes.

Al acto, también asistieron, entre otros, el alcalde de  la ciudad de  Albacete, Javier Cuenca; el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, el subdelegado del Gobierno, Federico Pozuelo, así como los diputados, senadores elegidos por la provincia y numerosos alcaldes y concejales llegados de los 87 municipios albaceteños.

También hubo una nutrida representación del mundo sindical, empresarial y de diversas organizaciones sociales a las que el nuevo presidente, en su primera intervención, prometió «abrir las puertas» para hacer realidad los «cuatro ejes primordiales» de su gestión, pues, sin su «concurso y apoyo», llegar a verlos hechos «sería imposible».

la ‘pepa’. En su discurso, Cabañero se remontó a la Pepa, a la Constitución de Cádiz de 1812, para recordar que en esta primera Carta Magna se crean las Diputaciones Provinciales, y se define con claridad su papel, el «promover la prosperidad» de los municipios a los que sirve.

A su juicio, dicho mandato significa «no sólo crear riqueza, sino también redistribuirla entre nuestros pueblos» luchando contra «el riesgo de exclusión social y de pobreza» que amenaza a muchos de sus vecinos.

Por ello, las dos primeras medidas que anunció fue que la Diputación destinará el 0,7% de su presupuesto ordinario a hacer frente a situaciones de «emergencia social» y a crear un equipo específico de asesores, dentro del área de ATM(Asistencia Técnica a  Municipios) que ayuden a los municipios a hacer frente a situaciones de desahucio.

el mundo rural. El segundo eje prioritario del nuevo presidente tiene que ver con los pequeños municipios, que son más de 80% de los que tiene la provincia «y que padecen una Reforma Local que ahonda la distancia entre el mundo rural y el urbano».

«No es de recibo, por ejemplo,  que las familias deban padecer la falta de gratuidad de las rutas escolares, puso como ejemplo de la «doble discriminación» que padecen los habitantes de los pueblos por lo que prometió revertir la situación mediante la «discriminación positiva» de los términos con menos de 2.000 habitantes, «una tarea en la que, sin duda, contaremos con la complicidad y el apoyo del Gobierno regional» dijo como guiño cómplice hacia Emiliano García-Page.

A continuación, hizo otro guiño cómplice, en este caso de 3,5 millones de euros, hacia los agentes sociales, a las organizaciones empresariales, a la propia Junta y a los colectivos ciudadanos y sociales, con los que quiere consensuar un «Plan de Choque contra el paro», que será el tercer eje prioritario, centrado, especialmente, en la formación, con el objetivo de mejorar la empleabilidad de los trabajadores de la provincia.

transparencia. En tercer lugar, el nuevo presidente se marcó como objetivo que la Diputación  de Albacete «sea la más transparente de España» yendo más allá de los mínimos que marca la normativa legal actual.

«Crearemos un portal específico de transparencia -señaló- en el que consten las retribuciones de los cargos públicos, del personal de confianza y de todos los contratos que se hagan desde la institución, ejerciendo, además, discriminación positiva hacia las empresas que muestren una mayor responsabilidad social».

El último «eje prioritario» tiene que ver también con el capítulo laboral, pero en clave interna, pues afirmó que «la protección de los derechos laborales de los trabajadores de la Diputación es irrenunciable» lo que conducirá a «la revisión de los procesos de selección en marcha»  en los que se hayan producido reclamaciones o en los que haya investigaciones abiertas.

Tras estas palabras, el nuevo presidente pasó a los hechos, y anunció que el martes, 7 de julio,  se celebrará el primer Pleno del mandato, con lo que, tras una cita literaria, acabó la sesión.

anecdotario. Pero el Pleno de constitución de la Diputación albaceteña dio para mucho más que para discursos. También hubo anecdotario y novedades en el ambiente respecto al anterior, el de 2011.

En lo tocante al ambiente, todas las intervenciones tuvieron de fondo un leve murmullo de teclas.    Porque el poder de las redes sociales se dejó sentir, y éste fue el primer Pleno de constitución retransmitido en directo por Facebook, Twitter y Whatsapp.

Hubo momentos para la risa o,  incluso, la carcajada, como los diputados fornidos, como Antonio  Serrano, del PP, que recogieron la medalla de diputado en la mano porque era imposible ceñirles al cuello la cinta de la cual pendía.

Más clásico y más propio de la ocasión fue tomar nota de la fórmula elegida para jurar o prometer el cargo. Así, los socialistas se decantaron por el «prometo, por mi conciencia y honor»; los populares juraron, poniendo a Dios por testigo en algún caso.

Pero la fórmula más novedosa fue la elegida por Victoria Delicado y José Ignacio Díaz, quienes acataron la Constitución y prometieron lealtad al Rey «por imperativo legal» y sin renunciar «a sus ideales republicanos».

Y, por último, también llamó la atención la predilección del nuevo presidente por las citas cultas. Pues inició su discurso con una de Aristóteles y lo cerró con versos de Pablo Neruda: «queda prohibido no sonreír a los problemas / no luchar por lo que quieres / abandonarlo todo por miedo / no convertir en realidad tus sueños».

Dicho queda.