Más de diez veces pronunció el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, la palabra «igualdad» durante su discurso en el Día de Castilla-La Mancha. Para el presidente del Gobierno regional se trata de una igualdad entendida desde el punto de vista de la comunidad respecto a las otras autonomías y que ha permitido alcanzar cuotas de desarrollo nunca antes vividas. También como la igualdad entre los castellano-manchegos. Dos líneas en las que se centraron sus palabras pronunciadas en el Paraninfo Luis Arroyo del Campus de la UCLM en Ciudad Real, en el día en que la capital ciudadrealeña se quitó la espina de ser la única capital de la región donde todavía no se había celebrado este día festivo.

«El hecho diferencial y fundacional de Castilla-La Mancha es el ansia de igualdad», afirmó el presidente, que recordó que «la Constitución protege las diferencias y singularidades de nuestro territorio». Los castellano-manchegos han hecho valer este artículo para que «nunca le haya ido también a estas cinco provincias» como desde que existe la Autonomía.

«Tan a pecho se tomó esta región al comienzo la igualdad que se comprometió a universalizar la sanidad, la educación, las prestaciones sociales...». Un trabajo que «ha merecido la pena», afirmó el presidente del Gobierno regional.

Como claves de esta labor por la igualdad, Emiliano García-Page destacó cuatro valores: «esfuerzo», porque «nadie nos ha regalado nada»; «innovación», por la UCLM, desarrollada pese a las voces contrarias que surgieron en su creación; «centralidad», entendida «como la actitud» de hacer la cosas en común; y «compromiso».

Respecto al futuro de Castilla-La Mancha, el presidente autonómico señaló que vendrá marcado por el mes de septiembre en el que solicitará que se convoque de forma «urgente» la conferencia de presidentes autonómicos. El objetivo será la puesta en marcha de un nuevo sistema de financiación autonómica «mucho más justo» y para el que solicitó a PPy a Podemos que sigan el ejemplo de otras comunidades autónomas y puedan llevar una postura común ante el presidente que salga elegido en las elecciones del próximo 26 de junio. En esta reflexión, Emiliano García-Page pidió ayer que el Congreso de los Diputados «deje de ser un foco de intereses territoriales» y se comience a «apostar por España».

Nuevo estatuto. La misma lealtad pidió a los dos partidos con representación en las Cortes regionales para cambiar el Estatuto de Autonomía. Una modificación normativa que el presidente afirmó comenzará cuando el Gobierno de España vuelva a la «normalidad».

Así, planteó que la normativa regional se cambie para dar «una respuesta inteligente» a las dudas que ha generado las crisis y «blindar aquellas conquistas de las que hemos ido presumiendo» como «la universalidad de la Educación, la Sanidad y la Igualdad». El objetivo es que estos servicios se mantengan de forma independiente al «apretón» que vaya a dar Europa a las cuentas públicas.

Por último, recordó que «la igualdad es estabilidad y no va a haberla mientras haya un tercio de la población en la cuneta», en situación de pobreza.