A una semana de enfrentarse al Sevilla, el Barcelona amaneció ayer con un nuevo problema que sumar a su maltrecha defensa: la lesión de Thomas Vermaelen. Pendiente aún de diagnóstico, el frágil central belga engrosa así la lista de bajas de la zaga culé, que ya contaba con el francés Samuel Umtiti.
Con el cuadro hispalense, Inter de Milán y Real Madrid en el horizonte, Ernesto Valverde se queda con apenas dos efectivos en el eje de la línea que peor le funcionó hasta ahora: Gerard Piqué y Clément Lenglet.
El central catalán es el único jugador de campo que no ha descansado nada en lo que va de temporada. Jugó los ocho partidos disputados del torneo nacional, los dos de la Liga de Campeones europea y la Supercopa de España. En total, 990 minutos en sus piernas, que no siempre lograron responder en la medida exigida.
Sin embargo, ni su posible cansancio ha impedido que el único defensor diestro del Barcelona aprovechara el permiso de cuatro días que el técnico culé dio a sus futbolistas para viajar al torneo de tenis de Shanghái. En la ciudad china, tenistas como el serbio Novak Djokovic, el suizo Roger Federer y el alemán Alexander Zverev plantearon sus reticencias sobre el nuevo formato de Copa Davis impulsado por una de las varias empresas de Piqué, obligado ahora a ganar más adeptos.
Ese problema, en cualquier caso, solo le compete a él y no al vigente campeón de la Liga, que bastante tiene con ver cómo afronta su escasez de efectivos en una línea ya bajo sospecha. Y es que, en lo que va de campeonato, apenas ocho jornadas, el cuadro catalán ya ha recibido nueve goles, tantos como en toda la primera vuelta de la pasada campaña.
Sin profundizar en sus causas, Valverde asumió el problema defensivo en las últimas semanas y habló de ciertos despistes en algún partido.
Mientras, el club azulgrana podría haber empezado ya a sondear el mercado de centrales y, según El Mundo Deportivo, el joven defensa holandés de 19 años Matthijs de Ligt suena como posible refuerzo en invierno. Hasta entonces, el ‘Txingurri’ podría recurrir a la cantera azulgrana, cosa que apenas ha hecho hasta ahora. O buscar atajos provisionales como retrasar a Sergio Busquets o a Arturo Vidal, centrocampistas que también conocen la posición de central.