Miriam Tomás Rodríguez, en una misión para la esperanza

Teresa Jiménez
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Después de pasar un mes con los suyos en Villarrobledo ha vuelto al centro educativo de niños vulnerables " Charles Luanga" en el pueblo de Bayaka, a siete kilómetros de Kelo, en África.La experiencia tiene como finalidad llevar esperanza.

Decidió formar parte de la renovación de la misión de la diocesis de Lai, en la región de La Tangile.Su misión es enseñar a leer, escribir y que aprendan los oficios de carpintero y costurero.Los adolescentes de 14 a18 años "son los más pobres de los pobres", según dijo a La Tribuna de Albacete."Cuando terminan les regalamos una máquina de coser y herramienta para la carpintería".Inmersa en la "realidad", Miriam Tomás, reconoce los peligros inminentes que entraña, "los dos primeros meses pasé mucho miedo, cerraba los ojos y pedía fuerza al Señor".Los accesos tienen carreteras intransitables, no hay luz ni agua potable, las mujeres están "esclavizadas" y asumen la gran parte de los trabajos que requieren gran esfuerzo.Las familias están compuestas de ocho o nueve miembros con varias mujeres.El grupo que atiende el centro es de cuatro personas, la labor de la misionera, profesora de Religión, es la de enseñar.Estará tres años en el pueblo de Bayaka pudiendo venir durante un mes.