Está a punto de cumplirse una semana desde que el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas llegaron a un acuerdo de reparto de la nueva PAC. Pero todavía quedan datos por desglosar y explicaciones por dar. Por ese motivo ayer estuvo en Toledo el director general de Producciones y Mercados Agrarios, Carlos Cabanas, que mantuvo un encuentro con representantes de organizaciones agrarias y cooperativas en el que no faltó el delegado del Gobierno en la región, Jesús Labrador, y la consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano.
De los datos que trajo Cabanas bajo el brazo estaban los 1.147 millones de euros que recibirá la región para desarrollo rural. Es un 14,2% de los 8.000 millones que habrá para toda España. De esta forma, Castilla-La Mancha se convertirá en la segunda región receptora, sólo por detrás de Andalucía con sus 1.900 millones y una cuota del 23,7%. Otras comunidades como Castilla y León, Galicia o Extremadura recibirán menos que Castilla-La Mancha.
Aunque ya se sabe el dinero que habrá, todavía no se ha concretado en qué medidas se va a destinar. Es algo que tiene todavía que hacer Castilla-La Mancha en su Programa de Desarrollo Rural para 2014-2020. Ayer la consejera de Agricultura avanzó algunas de las líneas en las que se va a trabajar, sobre todo para crear empleo «dando prioridad al rejuvenecimiento del campo, la integración de cooperativas y la diversificación de la economía de nuestra región». Hace una semana puso el ejemplo del turismo rural, el cinegético o la actividad forestal.
Esos 1.147 millones de euros (4 millones más que en el periodo anterior) son una parte de los 6.700 millones de euros que recibirá Castilla-La Mancha de la PAC. 5.600 millones vendrán para ayudas directas a agricultores y ganaderos. En el conjunto de España la Política Agrícola Común dejará 47.000 millones de euros. El director general del Ministerio destacó que se ha «consolidado» ese presupuesto y que se han matizado algunas de las amenazas que podían repercutir en una pérdida de renta de los productores. Explicó que se ha logrado «eliminar la tasa plana, limitar la convergencia y también la incorporación de nueva superficie».
Cabanas también se mostró satisfecho del porcentaje de consenso alcanzado entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas. «La valoración de este acuerdo es muy positiva porque se ha conseguido un consenso unánime en la gran mayoría de los temas», explicó, «sólo con una comunidad autónoma se ha discrepado en dos punto de ayuda acoplada y desarrollo rural».
«Sectores sensibles».
La mayor cuantía de euros se pagarán a través de lo que se conoce como ayudas desacopladas, que se reparten en función de la superficie de hectáreas de cultivo que tiene el agricultor. Además, el Gobierno tiene cierto margen para repartir lo que se conocen como ayudas acopladas, es decir, asociadas a la producción y no a la superficie. Cabanas explicó que España lo ha aprovechado para «sectores sensibles».
En total, ese reparto para sectores sensibles ascenderá a 584 millones que se dará al cultivo de legumbres, girasol, frutos de cáscara, tomate, arroz o remolacha azucarera. Pero en esa partida, el 84% del dinero se lo llevará la ganadería. Eso permitirá compensar el hecho de que los ganaderos sin tierra se quedaran a priori sin ayudas con la nueva PAC. La consejera de Castilla-La Mancha recordó que en la región hay más de 500 ganaderos sin tierra que van a poder cobrar subvención gracias a esta parte acoplada. «Si no hubiéramos cambiado ese modelo, hubiesen dejado de percibir ayudas comunitarias», alertó ayer Soriano.
Por su importancia dentro de la región, la consejera puso en valor los acuerdos adoptados respecto al viñedo. «Castilla-La Mancha consolida un presupuesto de 97 millones de euros al haber consolidado la ficha financiera», apostilló.