El Gobierno de Castilla-La Mancha tiene una receta para mantener las farmacias rurales en los pueblos más pequeños (la mitad de los municipios de la región no llegan a los 500 habitantes). Lo hará con la reforma de la Ley de Ordenación del Servicio Farmacéutico, para la que el PP ya le ha dispensado el ‘sí’. Ayer en las Cortes regionales se votaba una enmienda a la totalidad que ha presentado el PSOE para rechazar el texto y obligar al Gobierno a hacer uno nuevo. Sin embargo, los socialistas no tienen mayoría suficiente, así que su ‘rechazo’ a la ley no prosperó. Ahora a la oposición todavía le queda la posibilidad de introducir cambios a artículos concretos, algo que intentarán en las próximas semanas.
Durante sus intervenciones en la tribuna el consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz y el portavoz del PSOE en esta materia, Fernando Mora, coincidieron en expresar su preocupación por la viabilidad de las farmacias rurales. En lo que no coincidieron es en el efecto que tendrá la nueva normativa para dar solución a este problema. Según el consejero de Sanidad, uno de los objetivos de la ley es el de «reforzar los incentivos para favorecer la permanencia de las farmacias en nuestra zona rural». Para la oposición, ocurrirá lo contrario. «Estoy convencido de que los ciudadanos estarán preocupados en sitios donde hoy hay farmacias y mañana puede haber botiquines», comentó Mora.
Echániz explicó cómo se va a garantizar la farmacia rural con la ley. Por un lado, darán más puntos a los farmacéuticos rurales para nuevos concursos de farmacias. «Tendrán mayor valoración los que hayan prestado servicios en núcleos más pequeños», explicó el consejero. Por otro, se establece que deben ser las oficinas de farmacia cercanas las que se encarguen de la prestación a las residencias de mayores. Echániz expuso que no se puede dejar en manos del libre mercado para que se hagan con los contratos las farmacias con más capacidad de ofertar descuentos. «¿Que les parecería que fuera una farmacia a 200 kilómetros la que se ocupe?», preguntó Echániz, «¿quieren que esos farmacéuticos se vayan?».
Cospedal y el consejero de Sanidad se hicieron una foto con los representantes del sector farmacéutico. - Foto: Víctor Ballesteros El consejero añadió que facilitar la conciliación de los titulares de farmacia también ayuda a que se mantengan en zonas rurales. «Según la enmienda del PSOE los farmacéuticos deberían ser una prolongación física de su oficina de farmacia, sin derecho a vacaciones, sin atender una necesidad personal urgente», apuntó, «el PSOE apuesta porque no quieran estar en el mundo rural y cierren sus oficinas».
Contra la despoblación.
El portavoz del PSOE, Fernando Mora, insistió en que la ley que se va a seguir tramitando en las Cortes «no garantiza la prestación de un servicio público adecuado con carácter universal y en condiciones de igualdad». Y alertó de que si en los municipios pequeños no se presta ese servicio en condiciones, al final sus habitantes se marcharán. «Esta región no se puede quedar despoblada y ser una región solo de ciudades», apostilló.
Según Mora, «el texto facilita la ausencia del farmacéutico titular» y recalca que al final se «quiebra el carácter excepcional» de esas ausencias. El diputado del PSOE pidió al Gobierno que rebobine y emprenda de nuevo la reforma de la ley dialogando también con la oposición y los usuarios.
Echániz insistió en más de una ocasión en que la nueva normativa la demandaba el sector farmacéutico y se ha trabajado con los colegios para elaborarla. «Una enmienda a la totalidad es incomprensible y un agravio a los farmacéuticos», le afeó a Mora.