Los datos del sector de concesionarios y automoción dicen que en Albacete hay dos tendencias en marcha este 2018: una mejora de las cifras de negocio, con más matriculaciones por ahora que en 2017, y una caída de las ventas de los coches que utilizan carburante diésel, penalizados por augurios negativos como las restricciones en las emisiones, el aumento de impuestos, y la prohibición de su presencia en determinadas ciudades en un futuro próximo.

Los datos que ayer actualizaban las patronales Anfac, Faconauto y Ganvam indican que hasta octubre en los concesionarios de la provincia se habían matriculado 5.424 vehículos, tras un octubre donde se contaron 484 (un 10,5% más que en octubre de 2017). En comparación a 2017, de enero a octubre, son un 17,12% más de matriculaciones, aunque el negocio aumenta más por la vía de los vehículos de empresa (crecen las ventas un 14,5%) que por la vía de los particulares (crecen un 11,9%). Y aumentan las ventas de vehículos destinados a empresas de alquiler, un 69%. Más información en edición impresa