Más de la mitad de las infracciones graves por consumo o tenencia de drogas que se sancionaron en Castilla-La Mancha el último año se registraron en Albacete y provincia. Lo dicen los datos oficiales del Ministerio del Interior relativos a estas multas, apuntando a un más que considerable aumento de las sanciones en territorio albacetense en 2014. De 1.543 sanciones de este tipo en 2013 se pasó a más de 4.000 al año siguiente, según las estadísticas.

Albacete, pese a no ser la provincia con más población, sí tiene los datos más altos de multas por consumo o tenencia de estupefacientes, y ello puede tener que ver con que sí tenga la capital de mayor tamaño. Las 4.026 sanciones de Albacete son el triple de las multas que se pusieron en Toledo (1.334) y Ciudad Real (1.111), casi 10 veces más que  las sanciones impuestas en Cuenca (490), y 12 veces más que las multas registradas en la provincia de Guadalajara. En concreto, estas infracciones graves se refieren a dos artículos de la ley sobre Protección de la Seguridad Ciudadana. Uno de ellos sanciona «el consumo en lugares, vías, establecimientos o transportes públicos, así como la tenencia ilícita, aunque no estuviera destinada al tráfico, de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, siempre que no constituya infracción penal, así como el abandono en los sitios mencionados de útiles o instrumentos utilizados para su consumo».

TOLERAR EL CONSUMO. El otro artículo castiga «la tolerancia del consumo ilegal o el tráfico de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas en locales o establecimientos públicos o la falta de diligencia en orden a impedirlos por parte de los propietarios, administradores o encargados de los mismos». Estas sanciones administrativas se aprueban desde la Subdelegación de Gobierno, tras el acta de infracción que siempre levantan Policía Nacional o Guardia Civil.

Fuentes policiales consultadas por La Tribuna indicaron que el aumento de multas en Albacete es un caso de «eficacia policial», y no tiene que ver con un posible aumento proporcional del consumo de drogas. Es decir, que haya tres veces más multas que en otro año no se traduce en que se consuma tres veces más. El aumento de infracciones detectadas los últimos meses sí es una constatación, y se indicaba desde las mismas fuentes que las sanciones a propietarios de establecimientos por tolerar el consumo son más difíciles, «hay que demostrar que existe tolerancia», con lo que se requiere casi comprobar in situ que alguien del local tolera ese consumo.

DESHABITUACIÓN. En el caso de personas sancionadas por consumo de sustancias estupefacientes ilegales, la misma ley que dice qué conductas son sancionables y cuáles se consideran graves dice también que determinadas sanciones impuestas por la autoridad administrativa «podrán suspenderse si el infractor se somete a un tratamiento de deshabituación en un centro o servicio debidamente acreditado, en la forma y por el tiempo que reglamentariamente se determine», aunque al menos en la provincia albacetense no son la mayoría de los casos, ni mucho menos. El Ministerio del Interior no facilita este dato respecto a las sanciones de 2014, no figura en la estadística, pero en el documento de los mismos datos relativos a 2013 sí se indica que las sanciones por consumo de drogas en la provincia sustituidas por esos tratamientos de deshabituación apenas fueron el 3,5% del total, poco más de medio centenar de casos en un año.