Desde el equipo de Gobierno Rosario Herrera dijo que "con el poder que le otorga la Ley el primer edil había realizado la propuesta" y añadió que "es muy cómodo votar en contra y luego pedir servicios de calidad". Desde el PP, Bernardo Ortega, pidió al alcalde que "no se enfade cuando le llama cacique porque es la palabra que le define" y consideró la propuesta "un insulto al resto de trabajadores municipales y un agravio comparativo" entendiendo, por otro lado, la actuación política del alcalde que "no le sorprende después de avanzar, públicamente, que sin la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que propuso sin lograr el consenso de partidos y sindicatos gobernaría a golpe de decretazo".