Asaja cree que en la región se está empezando a tomar en serio el agua

SHL
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Fresneda celebra el borrador del plan del Júcar porque «mejora lo que había», aunque no soluciona el problema endémico» de CLM: el uso partidista que se ha hecho siempre del agua

Asaja cree que en la región se está empezando a tomar en serio el agua

Quien conoce a José María Fresneda, sabe perfectamente que le gusta hablar claro, y más si se trata de agua. Siempre se ha mostrado en contra de que se utilice el agua como instrumento partidista pues considera que no es la fórmula para sacar adelante a Castilla-La Mancha. Sin embargo, ayer, el tono, la actitud, la disposición del secretario general de Asaja en la región fue de celebración y de agradecimiento al trabajo y al esfuerzo realizado por la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha en favor de los intereses de la comunidad autónoma.

Fue la propia Marta García de la Calzada la que informó el pasado miércoles de la aprobación del borrador definitivo del plan de demarcación hidrológica del Júcar. Un borrador con el que Asaja se siente cómodo pues «es bueno, ya que mejora lo que había, pero no soluciona un problema endémico que tiene Castilla-La Mancha»: el uso partidista que se ha hecho siempre del agua.

Sin embargo, Fresneda ve pasos en la buena dirección y asegura que «estamos empezando a ver que en Castilla-La Mancha se está tomando en serio el tema del agua». «El borrador de la cuenca del Júcar es mejor de lo que había y, por eso, empiezo a creer que el agua se está empezando a tomar en serio en esta región», insistió.

«NOS QUEMABA LA SANGRE». Dicho esto, explicó que para su organización es muy «importante» lo que se recoge en el citado borrador, al tratarse del agua que discurre por una cuenca concreta, la del Júcar, dejando a un lado el Plan Hidrológico Nacional (PHN) que para Fresneda no es más que una entelequia que no llegará a materializarse.

«Había una cosa que nos quemaba la sangre -añadió- y era que el agua del Júcar había que sacarla del Plan Hidrológico Nacional y pidiendo permiso a quienes tienen el problema, los valencianos». Ahora, lo importante es que Castilla-La Mancha «tiene más agua del Júcar que la que tenía en 1998», celebró.

En este punto, agradeció de nuevo a la titular regional de Fomento que haya tenido en cuenta, desde el principio de la negociación, la opinión de Asaja, «no como otros consejeros que van por libre», dejó caer el secretario general de la organización agraria.

QUE EL LEVANTE COMPRE AGUA EMBOTELLADA. Asimismo, entendió que el borrador del plan de la cuenca del Júcar no va a gustar a los regantes levantinos, pero no le importa lo más absoluto. «Se trata del agua que transcurre por Castilla-La Mancha. Ellos son los que tienen el problema, nosotros no, y lo que no quiero es que Castilla-La Mancha sea la solución del Levante», apostilló. «Yo no voy a dar agua al Levante para beber ni para regar. Si tienen un problema para beber, que se compren agua embotellada. El agua que hay y nace enCastilla-La Mancha tiene que quedarse en Castilla-La Mancha», zanjó Fresneda.

Metidos en lo que recoge el borrador definitivo del plan de demarcación hidrológica del Júcar, el responsable agrario consideró que el texto -aprobado en la madrugada del miércoles- da soluciones a cuestiones «importantes» que quedaban por resolver en la cuenca del río como, por ejemplo, que los albaceteños no tendrán que pagar por beber agua del Júcar. Asimismo, el plan pondrá fin a los problemas de inundabilidad de la ciudad de Albacete, ya que adelanta el inicio de las obras a 2015 para la prevención de avenidas provocadas por el río Balazote, por el Barranco de Escartana y para impedir la inundabilidad del Canal de María Cristina.

Otro importante logro conseguido es la elevación de la reserva asignada a los regantes de la Mancha Oriental a 100 hm3 anuales; o que las obras de la segunda fase de sustitución de bombeos vaya a ser una realidad, porque cuenta ya con un proyecto realista que será licitado por el Ministerio durante este año, lo que permitirá un uso efectivo del agua, algo que antes no se podía realizar por falta de infraestructuras.

Ahora, solo queda que el Consejo de Ministros apruebe el plan, explicó Fresneda, que confió en que los valencianos no pongan piedras en el camino para su aplicación.